Federico G. A. Zamudio.
En Lavalle realizaron un allanamiento ordenado por el Juzgado Federal de Goya a partir de una denuncia en la línea 145, que funciona las 24 horas y es anónima para denunciar cualquier situación de explotación.
Tras verificarse la situación se procedió a este nuevo operativo, cuyo último precedente data del mes de mayo, cuando al igual que en el actual encontraron a personas en situación de trabajo esclavo, a los que les pagaban sin un sueldo fijo que respetara una escala salarial por convenio.
Asimismo, otros elementos determinantes de la condición precaria es la forma en que vivían los trabajadores y la clase de jornada laboral que desarrollaban, ya que tampoco estaban precisadas y estaban supeditadas al dictado de los capataces.
Con respecto al salario, les pagaban $2.500 por día, monto que era gastado en el lugar, sin que tuvieran un remanente, ya que debían usarlo para alimentarse y pagar por el techo rudimentario que les proveían en ese sitio sus explotadores.
Por otro lado, uno más de los grandes inconvenientes para los que trabajan de esta manera es la inestabilidad social que adquieren, porque al estar en negro no tienen beneficios, como el seguro laboral.
José María Serbín, delegado en el NEA de la Dirección Contra la Trata de Personas, manifestó que seguirán trabajando contra la “explotación laboral en la Argentina, generando conciencia en los trabajadores”, y agregó: “Ellos tienen naturalizada la explotación, no sienten que esté mal. Pertenecen a los sectores más vulnerables y son analfabetos en un gran porcentaje”.