En el Nordeste Argentino se detectaron maniobras de contrabando de cargas de soja valuada en cifras millonarias y que tenían como fin el mercado brasileño.
Las operaciones ilícitas fueron descubiertas en Corrientes y Misiones. Hasta esta última provincia llegan en camiones hasta centros de acopio se existentes en la frontera con Brasil.
Luego el cereal es cruzado en forma clandestina para venderlo a precio superior en aquel país.
Según el ministro de Gobierno de la provincia de Misiones, Marcelo Pérez. “Estamos hablando de volúmenes que transportan unos 400 camiones por semana que ingresan repletos de soja y que la evasión impositiva genera una gran pérdida al Estado nacional”.
Para comprender la magnitud del daño económico que se causa al Estado se debe tener en cuenta que cada camión carga 32 toneladas.
En el puerto de Rosario, centro de exportación de la soja, cada tonelada se paga a U$S300; es decir que cada camión cargado está valuado en US$9.600.
En términos impositivos se debe abonar el 33%, por tonelada, es decir, US$99.
El propietario de la carga, al vender al exterior debe abonar US$3.168 por cada camión.
Es decir que, si se tiene en cuenta los dichos del funcionario misionero, los productores sojeros evitan pagar mensualmente aproximadamente US$1.267.200 de impuestos.
Esta cifra traducida cambiada en moneda argentina, con un cambio a $78, es $98.841.600.
Asociación ilícita
Para el ministro misionero el transporte y venta al exterior de soja por fuera del mecanismo legal “genera una asociación de carácter ilícito con el fin de ejercer el contrabando, o cuanto menos, evasión impositiva”.
Es que para movilizar los camiones cargados se debe contar con documentación respaldatoria y avalada por la Administración Federal de Ingresos Públicos.
Debido a que las toneladas de soja transportada tiene como fin el contrabando, para circular con este producto los productores y empresarios se valen de documentos falsos.
Camino a la ilegalidad
Los camiones provienen principalmente en Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Santa Fé y Buenos Aires, zonas que constituye la llamada Patria Sojera.
Circulan por las rutas nacionales, pasan por Corrientes hasta llegara Misiones, donde se descargan los granos en galpones.
Allí, luego los porotos se cargan en bolsas y son transportadas a través de los 500 metros de ancho que tiene el río Uruguay en la zona limítrofe con Brasil, por medio de balsas improvisadas.
Una vez que la carga se encuentra en el país vecino, se la vuelve a cargar en camiones que la llevan a las fábricas y a los puertos donde se hallan los navíos que van a China.
De esta manera se concreta un plan de ruta cuidadosamente estudiado para que la carga llegue a destino sin pasar por controles aduaneros.
Maniobra ilegal
El economista y productor agropecuario José Piñeiro Iñiguez explicó en www.primeradicionweb.com.ar que las maniobras que se realizan para evadir los impuestos incluyen la falsificación de documento hasta el pago de dádivas a funcionarios.
“Un camión con soja lleva un documento, una carta de porte que dice de dónde salió esa soja, cuánto es la carga y qué destino tendrá”, explicó el economista.
Por otra parte “el destinatario de esta soja -según el documento de porte- debe ser un productor agropecuario, exportador, harinero, molinero, solvente” sostuvo Piñeiro Iñíguez.
Debido a que en el camino existen controles de las fuerzas de seguridad federales, los transportistas deben exhibir la carta de porte y permitir que se realice una inspección ocular en la carga.
Generalmente son en estos controles donde se descubre la adulteración o falsificación de los documentos.
Es que en ocasiones los formularios de dos camiones llevan el mismo número o al verificarse los nombres de los destinatarios no están registrados.
Otras veces cuando se verifica los números de los formularios, éstos no constan en el sistema de la Administración Federal de Ingresos Públicos, es decir, son falsos.
Entonces esos cargamentos son secuestrados y puestos a disposición de la Justicia Federal.
En sólo dos meses, según los cálculos de los funcionarios de la Gendarmería Nacional, en las Corrientes se incautaron aproximadamente 500.000 kilogramos de soja entre agosto y septiembre.
Los efectivos aseguran que existirían organizaciones dedicadas exclusivamente a falsificar estos documentos de circulación, lo que implica que los evasores y contrabandistas deben invertir dinero para obtener estos papeles.
Especulación cambiaria
Lo que lleva a los “La Patria Sojera” a gastar dinero en papeles falsos, pago de flete y mano de obra es la ganancia que obtienen al evadir impuestos por las asimetrías con Brasil.
Es que en aquel país se paga US$476 la tonelada de soja, mientras que en Argentina sólo se abona US$300.
Pero la ganancia es gigantesca debido se envía el producto hacia otro país y no se paga impuestos.
En otros términos, no sólo se quedan con el 33% de impuestos, sino que también con US$176 de la diferencia de precios.
Concentración de la riqueza
Casualmente la zona de producción sojera coincide con las áreas con mayor concentración de tierras en manos de pocas familias y empresas.
Debido a las grandes extensiones cultivadas, la soja es la principal oleaginosa producida en Argentina. Sobresale, ampliamente, con una participación cercana al 93%. Le sigue en importancia el girasol, con una participación del 5,3%, informó Secretaría de Política Económica Subsecretaría de Programación Económica.
Pero todo este producto no tiene como fin alimentar a la población, porque nuestro país carece de una gran infraestructura activa para producir sus derivados.
Sólo existen algunas plantas que fabrican harinas y balanceados, por lo que casi el 95% de lo cosechado tiene como destino la exportación.
Históricamente, gran parte de la producción es enviada a China, vía el puerto de Rosario, pero Brasil también constituye un mercado importante porque ese país tiene un importante desarrollo de la industria oleaginosa, de harinas y de alimentos derivados de la soja.
A raíz de la sequía en Brasil se perdieron plantíos y por esa razón el precio de la soja escaló desde principio de año.
Lo que llama la atención es que la Justicia Federal de Misiones y tampoco la de Corrientes -provincias donde se incautaron los cargamentos- informaron respecto del inicio de causas penales por las maniobras ilícitas desbaratadas por las fuerzas de seguridad.
