El arquitecto que diseño estos bancos de concreto que tiene varios huecos de poco diámetro, nunca se imagino una situación similar.El chiquito metió la mano en uno de los orificios y no la pudo sacar.
El incidente ocurrió el domingo a la tarde a eso de las 17, en inmediaciones a la avenida costanera Sur y calle General Paz.El niño de 2 años estaba junto a su madre cuando de puro travieso metió su mano en los pequeños huecos de un banco de cemento y quedo aprisionado produciéndose momento de nerviosismo. Llegaron policías, ambulancias, bomberos, y lograron liberarlo luego de romper el banco de cemento con herramientas.Fue una tarea conjunta ya que la madre le cubría la cara al niño con una campera mientras Bomberos Voluntarios Capital, con martillos rompían la especie de loza sin dañarle las manos al menor que salió ileso.