La víctima publicaba en su perfiles de las redes fotos de estupefacientes, marihuana, lo que indica que en las cárceles circulan la droga libremente.
El fallecido Gonzalo Martín Ayala, de 40 años era activo en las redes sociales.
Ayala publicó varios posteos donde tenía bolsas con cigarrillos de marihuana, cocaína y una caja de pastillas de clonazepan. “De la cabeza”, señalaba. Ninguna de las autoridades de la SPP no advirtieron que Ayala que estaba cumpliendo una condena por un robo calificado, tenía acceso a gran cantidad de estupefacientes.
Luego de tomarse una de las fotos más polémicas, en la que se lo ve a Ayala con varios presos comiendo un asado, una parrilla con carne de sobra y muy felices el pasado 2 de noviembre, podía leerse: “Fijate si estoy preocupado” y “viviendo sin miedo a morir”, entre otras publicaciones que estaban dedicados a otras de las bandas que están en el edificio de carcelario.
Ayala estaba domiciliado en la localidad de Curuzú Cuatiá, donde había cometido varios delitos que lo llevaron a terminar sus días en la cárcel. Por el momento se espera la presencia de sus allegados.
Los informes señalan que el personal del Servicio Penitenciario provincial se percató del hecho el sábado por la noche, alrededor de las 21. Momento en que se hizo el recuento de los presos, que es un procedimiento que se hace a diario, se los saca fuera de sus celdas, siguiendo un orden de los diferentes módulos y luego se deja sentado.
De esta manera, en el sector 1 se encontraron con uno de los internos, de apellido Ayala, quien tenía una herida punzo cortante en la zona del hemitórax izquierdo, que le causo daño en el pulmón, lo que luego le habría causado la muerte. Fue inmovilizado y trasladado al hospital Escuela de urgencia, donde fue operado y estabilizado momentáneamente, pero durante la madrugada de ayer, a la 1,15, dejó de existir.
Trascendidos indican que lo habían apuñalado siete veces, pero las fuentes oficiales no lo pudieron confirmar, ya que faltan los resultados de la autopsia.
Por su parte, los informantes señalaron que, si bien el Servicio Penitenciario está realizando sumarios administrativos internos, la investigación judicial está a cargo de la comisaría 22, que instruye en una causa caratulada de oficio como “homicidio en riña”.
El acusado fue individualizado, señalaron los reportes. Se analizan las cámaras de seguridad, y el testimonio de los testigos, pero el caso estaría cerrado, porque las pruebas son contundentes. Solo participaron del hecho dos presos, no como en casos anteriores donde se produjeron revueltas. El ambiente estaba bastante revuelto, como todos los fines de año, pero en este caso habría una diferencia de vieja data entre los dos implicados.
La autoría del crimen, es clara, se trata de Elías Martínez, un preso con graves problemas de conducta y de convivencia, que lo llevó a estar aislado en varias ocasiones, y fue condenado por matar a su hermano y posteriormente asesinar a otra persona en un asentamiento correntino.
Asimismo, uno de sus otros hermanos, Matías Martínez, de 16 años, murió en un incendio registrado en la comisaría Séptima de la capital correntina, ocurrido en 2006.
El acusado habría utilizado una faca, un arma blanca de fabricación casera, que siempre son fabricados por los presos ante la imposibilidad de ingresar cuchillos, y son usados para pelear entre bandas. En las próximas horas se haría una requisa, ya que habrían ingresado varias armas y droga en grandes cantidades al penal, lo que podría derivar en sanciones al personal penitenciario.