El empleado sanitario venía trabajando desde hacia cinco años en el nosocomio sin cobertura social de ningún tipo. Se atrevió a reclamar sus derechos, le dijeron que su labor profesional en la unidad de terapia intensiva era buena, pero “por protestar no les servía”.
Nelson Figueredo, fue destituido de su labor como enfermero de terapia intensiva, del hospital San Juan Bautista de Santo Tomé, el día martes por la mañana por llevar adelante la lucha y el reclamo por mejoras salariales en su sector. “Habían rumores de que me iban a despedir” dijo a la radio Nacional, “sin causa, ni motivo”.
“Me parece todo medio raro, el lunes la jefa del área de enfermería, Ana Ayala, que a su vez representa al Colegio de Enfermeros, que es un nexo con el Ministerio de Salud Pública, me citó a una reunión, donde me termina comunicando que no podía planificar el mes próximo porque el Colegio de Enfermeros me dejaba cesante”, por su accionar fuera del hospital, fue el motivo que expresó la superior.
Figueredo trabajó durante toda la pandemia llevando personas graves a Corrientes. “Me puse desde el primer momento la camiseta del hospital San Juan Bautista”, manifestó.
“Yo soy enfermero precarizado colegiado de la provincia de Corrientes, y hace cinco años que trabajo en el hospital San Juan Bautista, cumpliendo servicios en el área de la terapia intensiva, donde, a lo largo de todo este tiempo de pandemia estuve en la primera línea y estuve expuesto porque llevé cientos de enfermos de covid-19 de Santo Tomé al hospital de campaña de Corrientes, pero lamentablemente este gobierno de la provincia paga así a los trabajadores de la salud, simplemente por el hecho de reclamar sus derechos o porque piensan distinto”, sostuvo Figueredo.
El martes se realizó una asamblea frente al nosocomio donde participaron varias agrupaciones sociales y en los próximos días se va a poner una carpa frente al hospital ante la posibilidad de nuevos despidos, de otros enfermeros que también protestaron por las condiciones laborales.