Los vecinos del barrio Juan XXIII viven en pésimas condiciones debido a que las obras realizadas para la canalización del agua y de las cloacas no fueron bien planificadas y ahora inundan sus viviendas.
El caso ocurre en uno de los barrios más alejados del microcentro, donde los habitantes denuncian la desidia del Estado municipal y provincial que en cuatro años no los asistió, pese a que existen reiteradas denuncias de esta situación grave que perjudica a la salud de la población.
Aseguraron que, además de la mala planificación, los tubos del desagüe quedaron al descubierto y malvivientes se los llevaron, dejando así el agua contaminada a cielo abierto. Condiciones como esta se ven replicadas en otras barriadas correntinas.
Corrientes: aguas cloacales inundan las viviendas del barrio Esperanza