En la ciudad de Corrientes, los trabajadores tarjeteros de estacionamiento se enfrentan a una situación económica crítica. Los salarios que perciben están muy por debajo de lo necesario para una vida digna, y el reciente proyecto de ordenanza que propone fraccionar el cobro del estacionamiento de una hora a media hora ha intensificado su preocupación.
Luciano Medina, tarjetero de estacionamiento medido de Corrientes Capital, expresó su inquietud respecto a cómo esta medida impactará directamente en sus ingresos ya de por sí limitados: “Nos está preocupando demasiado el tema del fraccionamiento de nuestra hora porque la ganancia nuestra está en la hora. Yo estoy en una cuadra muy concurrida, pero hay compañeros que están muy alejados, y ¿qué pasa con esas cuadras alejadas? Imagínense que vengan tres coches en toda la mañana y a esos tres les cobre 150 pesos a cada uno ¿se pone usted en el lugar del compañero de cuánto va a llevar a la casa?”
Este proyecto, impulsado por el oficialismo, busca modificar el sistema actual de cobro del estacionamiento, que hasta ahora se realiza por hora completa, permitiendo así una flexibilidad en el tiempo y coste para los usuarios. Sin embargo, esta iniciativa ignora el impacto negativo que puede tener sobre los ingresos de los tarjeteros, quienes dependen directamente de la cantidad de horas cobradas para sostener a sus familias.
La preocupación es palpable entre los trabajadores, quienes se sienten desprotegidos y poco escuchados por las autoridades municipales. Con un salario promedio que no supera los $20.000 mensuales, los tarjeteros ya enfrentan una lucha diaria para cubrir sus necesidades básicas. Esta situación se agrava aún más al considerar el contexto socioeconómico de Corrientes, donde los índices de pobreza e indigencia son alarmantes, afectando gravemente a la población trabajadora de la ciudad.
Además, la desigualdad en las ubicaciones asignadas a los tarjeteros añade una capa más de complejidad a la problemática. Mientras algunos tienen la suerte de estar en calles transitadas, otros deben enfrentarse a jornadas laborales en zonas con escaso movimiento vehicular, lo que limita severamente su capacidad de generar ingresos.
Los sindicatos han comenzado a movilizarse, exigiendo una revisión urgente del proyecto y solicitando medidas que garanticen condiciones de trabajo justas y equitativas para todos los tarjeteros. “Es fundamental que se tomen en cuenta nuestras voces antes de implementar cambios que afecten tan profundamente nuestras vidas”, agregó Medina, llamando a un diálogo abierto entre las partes involucradas.
A medida que las discusiones avanzan en el ámbito legislativo, los tarjeteros esperan que sus preocupaciones sean atendidas y se logre un acuerdo que asegure su estabilidad económica en el futuro próximo.