En 2025 Corrientes elegirá gobernador, vice. También intendentes y concejales en casi toda la provincia. Y ante esto, son varios los nombres que ya suenan en la oposición para encabezar las nóminas que buscarían enfrentar a Encuentro por Corrientes, la coalición de partidos caída en desgracia al quedar expuesta la red de entramados corruptos en las que estarían vinculados sus punteros y funcionarios.
Es sabido que la alianza que más chances tiene de afrontar el desafío de dar por terminado el período de 25 años de hegemonía del radicalismo y sus aliados es el frente Unión por la Patria, ecncabezada por el Partido Justicialista.
Este grupo político es el que más caudal electoral tiene después del partido gobernante, pero no pudo ganar elecciones aún cuando el peronismo estaba en el Poder a nivel nacional.
Por lo contrario, su estilo corporativo más parecido a una pyme familiar que a un grupo partidario lo llevó no sólo a perder bancas en la Legislatura, sino que también se quedó sin intendencias, concejalías y, agobiados por las rencillas internas, con un puñado de dirigentes que eligieron pasarse a otras filas.
Pero la caída en la imagen de la coalición gobernante y de la confianza de los ciudadanos hacia el gobierno por otro escándalo que involucra al Gobierno provincial, envalentona a algunos dirigentes del Interior provincial que pretenden erigirse como propuesta a ocupar el Poder Ejecutivo correntino.
Pero enfrentan un problema: no hay plata.
Y es que las anteriores campañas electorales fueron financiadas en gran parte con ayuda de referentes nacionales, inversiones que fueron en vano porque los resultados electorales fueron calamitosos, aún con “toda la caja”.
En 2025 el desafío será el doble, deberá enfrentar a un candidato del gobierno provincial y es obvio que se utilizará los recursos estatales para llevar adelante la campaña electoral, tal como se viene haciendo desde el 2000.
Es posible que Javier Milei pretenda poner un candidato propio. La Libertad Avanza construye su espacio en el interior y a nadie llama la atención que algunos de los dirigentes que se sumaron provienen del peronismo. Estos contarían con apoyo político y financiero nacional para llevar sus propuestas al elector.
Desprovisto de recursos financieros y envuelto en una interna partidaria que parece no tener fin, al menos dos dirigentes territoriales del interior se aventuran, como Robinson Crusoe hacia selvas, estepas y montes a buscar dinero con promesas de “compartir el poder”.
Las expediciones hasta el momento son esperanzadoras para algunos que han logrado diálogos con popes regionales de trayectoria política y con décadas en el ejercicio del poder.
Otros, sólo han obtenido conversaciones informales con funcionarios de terceras líneas en gobiernos de provincias cercanas a Corrientes, territorios que en estos tiempos enfrentan problemas financieros devenidos del contexto económico generado por el descalabro libertario.
Desprovistos de recursos y sin contactos de caudal financiero, aún con acuerdos por cumplirse, los dirigentes territoriales peronistas que pretendan ser gobernadores deberán buscar estrategias de márketing político sin costo para afrontar la campaña electoral.
¿Volverán a la tiza y al carbón, como en las épocas de Cámpora y Solano Lima?¿saldrán a la cancha electoral aggiornados a base de legionarios cibernénticos que difundan propuestas por redes sociales? Es probable.
Lo cierto es que ya no caminarán, repartiendo bolsas de comida, lo harán sin dinero en los bolsillos, pero seguramente con un gran caudal de promesas.