Federico G. A. Zamudio.
Subrayado por el pésimo servicio, la empresa mantiene la precariedad de sus trabajadores, que corren riesgos cada vez que salen a realizar sus tareas.
Con un bajo perfil y poca difusión de su lucha, el Sindicato de Luz y Fuerza sostiene su reclamos con el mínimo perjuicio para las usuarios, pero también con escasas respuestas de la empresa respaldada por el Estado. En Curuzú Cuatiá el prosecretario del Servicio Social de la entidad gremial, “Tongui” Solís, realizó declaraciones sobre el organismo distribuidor de energía.
De esta manera, recalcó que siguen con las medidas de fuerza y en alerta permanente por diversos casos, como la falta de “elementos de higiene y seguridad” para realizar las tareas cotidianas, y resaltó que pasan por “una situación de riesgo” al no cumplirse “con las normas y leyes vigentes”.
Asimismo, destacó: “La situación es precaria en toda la provincia y queremos brindar al usuario el mejor servicio posible, pero también que los compañeros que salen a trabajar puedan volver con sus familias”, y agregó que carecen “de elementos de protección personal en casi todo Corrientes”.
Por otro lado, declaró que reclaman mejoras salariales, pero no llegan a un acuerdo con la empresa, ya que la misma está incumpliendo con las “actas firmadas anteriormente”, y además pidió comprensión a la comunidad si se siente perjudicada durante las medidas que tomen para exigir sus justas demandas.