Federico G. A. Zamudio.
El gobernador Gustavo Valdés primero estuvo en Paso de los Libres y luego en Saladas, y con su habitual soltura condujo sendos actos.

Mientras algunos gremios reclamaban ajustes salariales que les permitieran estar por encima de la línea de la pobreza, como los docentes y personal de las fuerzas de seguridad de la provincia, el jueves 13 de abril se mostró, en el club Barraca de la ciudad fronteriza, enojado porque el jefe comunal local realizó convenios con la Nación.

Específicamente se refirió a que el Invico no construye viviendas debido al acuerdo de la Comuna libreña realizado con el Estado nacional -mediante el cual se construyeron las primeras 119-, y molesto por ello aseguró: “Nosotros distribuimos y tratamos de hacer por lo menos 20 viviendas en cada una de las localidades”.
En ese orden se destacan 3 cosas, en primer lugar la diferencia numérica debería haberle impedido ufanarse de un pésimo logro en lo concerniente a infraestructura habitacional. En segundo término, su afirmación se zambulle en la niebla de la semántica, ya que no se le puede cuestionar cuando dice “tratamos de hacer”, cuando lo cierto es que no lo consiguen. Y por último, olvidó resaltar que más de $7.000 millones, depositados en las arcas del Invico, provienen del Fondo Nacional de la Vivienda (Fonavi), es decir que el 84% de sus recursos son nacionales.

Siguiendo con la mascarada proselitista, días después se presentó con su séquito en Saladas, donde inició otro acto en el club Antorcha, fuera del cual se encontraban docentes protestando con cacerolas y pancartas, quienes intentaron acercarse a la zona de ingreso del club y fueron frenados y golpeados por hombres que, según los testigos, son de la custodia del gobernador.
Como resultado de este reprochable hecho, cuyas imágenes se viralizaron hasta en la plataforma de YouTube, hubo al menos dos maestras heridas, que recibieron golpes en el estómago y en la nuca, y el mandatario tuvo que escapar por una puerta trasera rodeado de seguridad. Cualquier similitud con los días de represión en épocas de la dictadura es mera coincidencia, ¿o no?