Una mujer que sería numeraria de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y su pareja son buscados por la Justicia de la provincia de Corrientes, sospechados de haber participado en la desaparición de un hombre en la localidad de Pueblo Libertador, a unos 370 kilómetros al Sur de la ciudad de Corrientes.
Lo que se sospecha es que ambos, junto a otros hombres que ahora están detenidos, habrían asesinado, descuartizado a Eduardo “Lechuga” Corrado, de 65 años, del que no se conoce paradero desde el pasado 12 de marzo y cuyos restos, se supone, estarían esparcidos en una zona de montes de difícil acceso donde habitan animales salvajes.

En los hechos estarían involucrados a tres hombres de apellido Pérez y a una mujer que sería suboficial de una fuerza de seguridad en la Provincia de Buenos Aires, pareja de uno de ellos.
Habían viajado desde los Partidos de San Isidro, Avellaneda y La Matanza hasta el paraje La Casualidad, área rural ubicada a 7 kilómetros del centro poblado de Pueblo Libertador, sobre la Ruta Provincial 60, lugar al que llegaron en la mañana del domingo 12.
También llegó con ellos Corrado quien sería amigo de los Pérez, quien tendría un leve retraso madurativo y fue invitado a “pasear por Corrientes”.
Viajaron en dos automóviles: un Renault Symbol,ocupado por Corrado y dos de los hermanos, y una camioneta Renault Duster, en la que se movilizaba la pareja.
La hipótesis que manejan los investigadores es que, una vez en el Paraje, después de haber comido un asado -posiblemente influenciados por los vapores etílicos-, los hermanos habían discutido la división del campo en el que estaban.
El intercambio de palabras habría derivado en un enfrentamiento a golpes, situación en la que la mujer policía -identificada en la causa como Georgina- sacó su arma reglamentaria y disparó para parar la gresca, pero la bala dio en el pecho de Corrado quien, sin intervenir en el entuerto, se hallaba sentado a la mesa.
Todo indicaría que la bala lo mató en forma instantánea. Ante esto, los Pérez habrían arrastrado el cadáver hacia el exterior de la casa y, según habría declarado uno de ellos, lo desmembraron; pusieron los restos en dos bolsas de arpillera y las arrojaron separadamente a un monte, distante a unos tres kilómetros de allí.
Al otro día, a las 10 de la mañana aproximadamente, uno de los involucrados se presentó en la Comisaría local para denunciar la desaparición de Corrado.
“Vinimos a la localidad de Pueblo Libertador a visitar a mi padre, junto a mis hermanos y mi amigo Eduardo Corado. Estuvimos todo el día compartiendo un asado y tomando cervezas hasta la noche. Luego, en un momento dado, nos dimos cuenta que Eduardo no estaba y pensamos que se fue a dormir, pero no fue así. Lo empezamos a buscar y no lo encontramos. Por eso me acerqué a hacer la denuncia”, declaró uno de los sospechosos ante las autoridades policiales.
Esto fue informado a las autoridades judiciales de la ciudad de Esquina por razones de jurisdicción. Es por ello que se abrió un expediente por “desaparición de persona”, tal como lo había adelantado oportunamente el medio local Actualiad Esquina.
Ante esto, una comisión policial partió hacia el lugar para hallar al hombre que, según lo denunciado, se había perdido en esa zona de montes de espinillos y campos.
Cuando los uniformados arribaron al lugar uno de los hermanos y su pareja ya habían abandonado la localidad en la camioneta.
Extraoficialmente trascendió que “la pareja salió de Pueblo Libertador, fue a Esquina y se alojó en un hotel. Allí sólo registró su identidad el hombre, pero la mujer dijo su nombre de pila, Georgina”.
La situación fue informada al subrogante de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas, Javier Mosquera -con conocimiento del juez de garantías Gustavo Vallejos-, quien indicó, como primera medida, que se rastree la zona para intentar dar con Corrado.
También ordenó la detención preventiva del padre y sus dos hijos a quienes se le tomó declaración policial.
Ante los uniformados, el padre de los Pérez indicó que cuando ocurrió la pelea dormía la siesta. Lo mismo dijo uno de sus hijos. Y el tercero habría relatado cómo ocurrió el crimen, presuntamente para deslindar responsabilidades.
Solicitó además que la Policía determine la ubicación de la camioneta en la que se movilizarían los otros dos sospechosos. Pero, para entonces, la pareja ya habría salido de la provincia según los datos brindados por la Policía Caminera de Entre Ríos.
En el contexto de la investigación se peritó el Renault Symbol donde las pruebas de luminol revelaron la existencia de restos de sangre en la baulera.
Lo que aún es un misterio es el paradero de Corrado. Los sospechosos habían señalado varios lugares donde, según ellos, tiraron las bolsas con los pedazos del cadáver, pero la Policía no pudo encontarlas.
En esta misión se hallan más de 30 policías con canes adiestrados y rastreadores. “Es una zona muy extensa de difícil acceso, de monte y campo. La búsqueda es bastante complicada en estas circunstancias”, informaron fuentes oficiales.
Mientras, el Ministerio Público Fiscal mantiene el hermetismo. Se desconocen aún algunos detalles de la investigación y si se habría dado aviso de la situación a las autoridades policiales de las demás provincias para hallar a la pareja sospechosa.
En las últimas horas arribaron a Esquina los familiares de Corrado y se pusieron a disposición para colaborar con la búsqueda. Mantienen la esperanza de encontrar vivo al desaparecido.