Federico G. A. Zamudio.
Un grupo de trabajo de recursos naturales de la estación experimental agropecuaria del INTA, centro regional de Corrientes, elaboró un informe sobre las estimaciones de los efectos.
En el mismo se detalla que hasta el 20 de febrero de este año fue afectado el 1,13% (100.566 ha) de la superficie total de Corrientes, y que el 91% (representa 90.161 ha) corresponde a esteros, bañados y malezales, es decir, 10 veces menos que en el año anterior.
Asimismo, el departamento que registró la mayor superficie quemada fue Ituzaingó, seguido de Concepción, mientras que el menos afectado fue Lavalle, con solo 11 ha comprometidas.
Por otro lado, algunos datos indican que en los esteros del Iberá la superficie quemada llegó a 43.063 ha, y solo el 2% de los pastizales sufrieron quemas. Como dato curioso, en 2023 se detectaron 34.924 hectáreas que ya se habían quemado en el año 2022, correspondientes a un 35% del total.
Con respecto a la presencia de agua superficial, apenas hay en 467.721 ha, es decir, un 5,2% de la superficie provincial, donde la constante contracción del líquido elemento se verificó en humedales naturales y artificiales, evidencia de que las escasas precipitaciones no han podido causar una recuperación.