Federico G. A. Zamudio.
Tras años de reclamos, finalmente el gobernador Gustavo Valdés arribó a Virasoro, pero para realizar lo que algunos llamaron una pantalla para sus intenciones proselitistas.
Como parte de la actividad que viene realizando el mandatario en este último tramo del año, a la que denomina reunión ampliada de gabinete, el mandatario encabezó este lunes un encuentro en el salón La Misión, del hotel Atlas de la localidad, donde se ciñó a una agenda argumental estipulada.
Un medio de prensa lo consultó sobre las medidas a tomar para atender a las muchas necesidades de la ciudad, como por ejemplo el mal funcionamiento del hospital, debido a la falta de médicos e insumos; y la problemática criminal en el hogar de niños, donde se comprobó la participación del Estado provincial.
Lejos de contestar sobre esos temas, y demostrando su incomodidad ante las preguntas, solo se refirió al proyecto de crear dos seccionales policíacas y la posibilidad de que ingresen al servicio algunos de los 120 agentes que están siendo entrenados, los cuales tendrían la responsabilidad de velar -escasamente- por la seguridad de más de 45.000 habitantes, y que se sumarían a los 90 que cumplen actividades en este momento, y que están abarrotados de trabajo.