Los vecinos que habitan la zona rural de la localidad de Santa Rosa, en Corrientes, padecen las consecuencias de un apagón y las autoridades de la empresa distribuidora “no se hacen cargo”.
El motivo es la explosión de un transformador a raíz de la falta de mantenimiento de las líneas y los equipos reguladores de tensión.
Debido a ello, el corte de electricidad es permanente, por lo que están imposibilitados de utilizar las bombas con las que se proveen de agua potable, mientras que la temperatura en la provincia escala a los 33 grados durante las tardes.

La zona más afectada es la Colonia Nueva Habana, que integra la tercera sección de la localidad de Santa Rosa, departamento de Concepción, en la provincia de Corrientes, a 23 kilómetros del centro urbano.
En este paraje residen más de 100 familias minifundistas, con superficie de dos a cuatro hectáreas, que se dedican a la producción para el autoconsumo y la comercialización, destacándose el cultivo de hortalizas en huertas familiares y chacras, en las que se cultiva mayoritariamente mandioca, zapallo, batata, sandía y, en menor medida, verduras de hoja y maíz amarillo. De la misma manera crían animales para su propio consumo, como cerdos y gallinas.
Para las actividades que realizan -y de la que subsisten- es fundamental la electricidad, tanto para el regadío como para el abastecimiento de agua de los animales.
Los usuarios acercaron una nota a las oficinas de la Dirección de Energía de Corrientes en la que solicitaron que “pueda solucionarse el inconveniente del transformador que está inactivo desde el 28 de octubre”.
Asimismo, denunciaron que, tras los reclamos, el jefe de la unidad operativa de la Dirección Provincial de Energía, Nelson Rodríguez, “se desentendió del problema”, al indicar que “la solución debe llegar desde Corrientes, capital”.
El caso es uno más de la seguidilla de hechos que evidencian la falta de inversión en el sistema eléctrico, el mal servicio pese a los altos costos que deben abonar los usuarios, que se suma a la ineptitud de los funcionarios de la empresa estatal de distribución de energía.
En Santa Rosa la situación es insostenible y se agrava con el pasar de los años. En enero de este año salieron a la calle a exponer la situación, luego de un corte prolongado que causó la suspensión del servicio de agua potable durante casi una semana. En ese entonces cortaron la ruta 118 durante dos días, como un intento de obligar a las autoridades a que resuelvan el inconveniente.