Por el momento no hay detenidos y se suma a otros incidentes donde desconocidos rompieron la estructura de un lugar histórico de la provincia sin que nadie los vea.
Los actos de vandalismo que ocurrieron en la plaza de 25 de mayo ponen en evidencia la inseguridad y la ineficacia de las políticas de seguridad de la provincia. En un paseo público declarado histórico declarado monumento frente a la misma Jefatura de Policías y a metros de la puerta de la casa del Ministerio de Seguridad y del mismo sillón de Ferré oficina del Gobernador Gustavo Valdés, descubrieron tardíamente actos de vandalismo, por estos casos no hay sospechosos, ni indicios de quienes pudieron haber cometido el hecho.
La situación es las claras un reflejo de la total falta de políticas de seguridad. Es una muestra más del discurso vacío e irreal del Gobierno de Juntos por el Cambio, que como bandera dicen ser la solución en la materia de seguridad en el país ante el aumento del delito.
Los hechos en que se destruyeron las farolas de la Plaza de Mayo se registraron durante el fin de semana. A esto se le suma las escrituras que hicieron en la Glorieta y los bancos de la Plaza que destruye la pintura de las obras que fueron inauguradas el 24 de mayo del 2021 en un acto con mucha pompa.
Cabe recordar que no es la primera vez que se registran hechos vandálicos en esta plaza que se encuentra en pleno centro de Corrientes. El 29 de julio amaneció uno de los históricos cañones ubicados alrededor de la estatua de San Martín totalmente destruido.
Hace pocos meses en un local bailable se registraron una batalla campal entre varios jóvenes que salían alcoholizados de un pub ubicado en la esquina de Buenos Aires y Quintana. Las autoridades de policía en ese caso se enteraron por las filmaciones de cámaras de seguridad viralizadas en las redes sociales.
Con todos este panorama, si el Ministerio de Seguridad no puede cuidar los edificios más importantes de la provincia, como va a poder brindarle la seguridad a los ciudadanos de los barrios.