El hecho ocurrió en la localidad de Itatí, y el calvario de la víctima no terminó ahí, cuando quiso hacer la denuncia la detuvieron y tuvo que pagar para que la liberaran pero no le dieron el comprobante.
Dos agentes de la comisaría de Itatí fueron acusados de violencia de género contra la ex pareja de uno de ellos, informaron fuentes. Según la víctima, cuando quiso denunciar la detuvieron de manera ilegal. Fue esposada por un agente.
En este incidente no se habría seguido el protocolo que sigue la Policía de Corrientes desde hace mucho tiempo, en el que incluso en las marchas de mujeres solo custodian las agentes de la fuerza ante la probabilidad de que tengan que intervenir en algún incidente.
La denunciante señaló que el hecho se registró el jueves, el día de su cumpleaños, cuando fue a buscar a su hijo de 8 años a la casa del padre, con quien había pactado el horario. Gabriela se acercó hasta la casa de su ex pareja, el sargento S. E. Correa, quien sin mediar palabras comenzó a fustigar a la mujer, acusándola de estar alcoholizada.
“Mi hijo no quiere quedarse a dormir en lo del papá por denuncias de violencia. Ya habíamos hablado de que yo lo buscaba a las 22.30, pero se volvió a poner violento. Cómo no me quería entregar al nene fui a golpear la puerta, llamando a mi hijo, y ahí salió Correa y su actual pareja M. Hermosilla, quienes comenzaron a golpearme en todo el cuerpo, rasguñarme, arrancarme del pelo. Después se les sumó J. Correa, hermano de mi ex pareja y también policía. Me pegaron entre los tres”.
Luego de la paliza la mujer fue trasladada en una ambulancia al hospital local, donde recibió las curaciones, y llamativamente no habrían dejado constancia de las contusiones que presentaba y que se podían ver a simple vista en las fotos que se viralizaron en las redes. Luego fue trasladada de nuevo a la comisaría de Itatí, donde Gabriela, dónde un oficial de apellido Torres, le sugirió que se levanté la remera y le muestre sus lesiones. Cómo la mujer, por pudor se negó, Torres la esposó y la metió a un calabozo.
Pasaron casi 10 horas hasta que la madre de Gabriela logró pagar (sin que le entreguen comprobante) una contravención de $2.300. También logró que la lleven una tercera vez al hospital, dónde otro médico de apellido Blanco, la revisó y detectó que presentaba varios golpes en el cuerpo. Gabriela se presento en la comisaría de Itatí con la coordinadora provincial del centro de víctimas de violencia de género, María Claudia Romero Valdés, para que a Gabriela le tomen la denuncia