El Superior Tribunal de Justicia dio a conocer el contenido de la sentencia N°197/22 establecida en la audiencia oral.
En ella se garantiza la celeridad e inmediatez de los procesos, y fue celebrada en el salón de acuerdos el día 28 de septiembre de 2022. Los ministros y Eduardo Panseri, en su carácter de presidente subrogante del STJ, confirmaron lo decidido por el Tribunal de Juicio de Goya que dictó la condena el 21 de marzo de 2021.
Este delito está previsto y penado por el artículo 79 del Código Penal, que establece que se aplicará reclusión o prisión de 8 a 25 años, al que matare a otro.
Los imputados llegaron a la casa de la víctima, ubicada en un barrio de Santa Lucía donde él estaba con su mujer y sus tres hijas pequeñas. Y que había salido al patio delantero a fumar un cigarrillo, cuando los condenados llegaron a su hogar y por circunstancias que no se especificaron pero que tratan de larga data, comenzaron a discutir y a agredirse físicamente.
Uno de los condenados asestó a la víctima con un objeto punzo cortante de aproximadamente 3 centímetros de ancho. Herido, intentó resguardarse dentro de la casa, pero los imputados lograron ingresar y lo siguieron lastimando hasta matarlo. La mujer intentó asistirlo mientras que los individuos se daban a la fuga.
Las única testigo directa del hecho es la pareja de la víctima, y los recursos presentados por las defensas apuntaban a que el tribunal no pudo determinar la identidad de los imputados, ya la mujer no reconoció el rostro de los hombres, pero su declaración fue considerada sincera y creíble, cuando afirmó que se trataba de dos personas, una más alta de piel blanca y otra más baja.
Explicó que los dos hombres forcejearon en la puerta para que no ingrese su marido y logre refugiarse dentro de la casa, la persona alta pegaba con un palo y el más petiso estaba sujetando a su marido, mientras lo apuñalaba por debajo de la axila de Walter Gómez.
Además el STJ manifestó que en los recursos los condenados se echaron la culpa uno a otro y ambos aseguraron que querían separar la pelea y proteger a la víctima, desligándose de la responsabilidad de la muerte.
Por ello concluyeron confirmando la sentencia, firmada por Jorge Antonio Carbone, Julio Ángel Duarte y Ricardo Diego Carbajal.