La empresa DS Inversiones, estaba ubicada en la provincia de Corrientes, reúne a numerosos inversores de varias provincias vecinas, incluyendo Chaco y cerró en marzo pasado sin dejar rastros.
En declaraciones a Diario TAG, tres de los denunciantes Emanuel Myszka, Franco Pobereznyj y Emanuel Borda relataron la indignante situación en la que se perdieron millones de pesos.
Borda, de 29 años, describe el primer encuentro con D. E. Sosa en el año 2020, a quien denunciaron colectivamente como el líder de una “asociación ilícita”. “Nos presenta esta oportunidad de inversión en esta empresa, que esta inscripta en la AFIP, y nos comenta como era toda la operativa y las ganancias”, comienza su relato el joven inversor.
En esa línea, expone los motivos por los que más de 80 personas, de diferentes provincias, eligieron invertir en esta empresa: “El porcentaje de ganancias era lo que nos atrajo a invertir con él”. “Prometía ganancias de un mínimo del 10 % con un máximo del 40% mensual, eso fue lo que nos atrajo, ya que el plazo fijo en esa época tenia una ganancia del 40% anual”, detalló.
En los primeros años todo marchaba bien. Los jóvenes cuentan a este medio que mes a mes recibían las ganancias, e inclusos realizaban pequeños retiros del dinero, y no había motivos para desconfiar. Además, detallaron que D. E. Sosa se presentaba como “especialista del mercado de capitales y agente de bolsa, inscripto en la Comisión Nacional de Valores”.
Sin embargo, la situación se tornó sospechosa en los primeros meses del año 2022, y las dudas comenzaron a aflorar. “En marzo de este año empezó a ser menos fluida la comunicación, no nos mandaban los balances y nosotros mandábamos correos electrónicos para saber qué está pasando. No teníamos respuesta”, explicaron.
Según relataron, DS Inversiones enviaba balances mensuales a sus clientes, en los que detallaban las operaciones realizadas con los fondos, según lo estipulaba el contrato firmado con los inversionistas. Sin embrago, en marzo de este año la comunicación con los hermanos Sosa se tornó casi imposible.
“Después en abril nos llega un comunicado, justo con la guerra de Ucrania y todo eso, y ese fue su justificativo. Nos dicen que no podemos hacer retiros por los siguientes dos meses, porque tuvieron que adoptar una nueva estrategia para mitigar cualquier tipo de pérdida”, explicaron.
Con el pretexto de la gran crisis económica mundial debido a la guerra en Ucrania, los Sosa mantenían a sus clientes sin acceso a sus ahorros. “A ese momento nos parecía creíble porque todas las acciones habían bajado, y bueno, creímos…”.
En este contexto, los inversores se comunicaban con S. Sosa, hermana de D. E. Sosa, quien cumplía el rol de puente entre la empresa y los clientes: “En todo momento nos decía que el capital estaba, que estemos tranquilos, que ya íbamos a poder retirar”.
Sin embargo, la desesperación era insostenible, y los inversores decidieron hacer la denuncia. Con la firma de más de 60 personas, se presentó la denuncia colectiva en la Fiscalía de Instrucción N° 4 de la provincia de Corrientes, señalando a los hermanos Sosa por los delitos de “usurpación de títulos y honores, intermediación financiera no autorizada, asociación ilícita y estafas”.
Como respuesta, los clientes recibieron un comunicado, avisándoles que todos los fondos se habían perdido.
“Nos manda un comunicado diciendo que perdió toda nuestra plata”, describió Borda, y señaló: “Y en ese comunicado que nos manda es toda una información que saca de Google Financiero, es un copy-paste. No tenemos respuesta”. “Se perdió todo, otra respuesta no nos dieron”.
En esa línea, los inversores se respaldan con el contrato emitido por la empresa, donde detalla las obligaciones de Domingo Sosa: “Iba a velar por nuestros ahorros”.
“En todos los panfletos decía ‘tus ahorros crecen, vos dormís tranquilo’, bueno, ahora nos quitó el sueño”.
Según su relato, son alrededor de “80 a 86 personas las que fueron estafadas”, y “más o menos 60 fueron las que presentaron la denuncia porque hay mucha gente que son de Buenos Aires, Formosa”
“No sabemos si hay más afectados, seguramente los hay porque ellos siguen yendo a sus oficinas, uno ve todo ese equipamiento que hay ahí y no va a pensar que es una estafa”, contaron.
“Somos gente trabajadora, común y corriente a la que nos quitaron los ahorros de nuestra vida, con los que teníamos proyectos, planes y ahora no tenemos nada”, relataron con pesar, y agregaron: “Decidimos venir a los medios para dar a conocer este caso y pedir a la justicia que nos ayude porque nos quedamos sin nada, necesitamos una respuesta urgente”.
En esa línea, detallaron que esperan que les reintegren el dinero invertido, o “nos den un comunicado que diga ´vamos a pagar esta parte o en cuotas´, no que nos digan que no tenemos más”.
“En el caso que no se pueda tendrán que responder a la Justicia e ir presos. De alguna forma tiene que pagar”, destacaron.