El suceso tuvo lugar a las 11.45, cuando el licenciado en enfermería y jefe comunal salió de su domicilio para subir a una camioneta con la que su secretario lo trasladaría a la Municipalidad.
La situación ocurrió en la ciudad de Quitilipi, Chaco, el viernes 7 de octubre, donde Lázaro Terzich, de 82 años, un referente vinculado a la estructura vernácula de la Unión Cívica Radical, interceptó al jefe comunal de esa localidad, Reinaldo Ariel Lovey a quien le apuntó con un arma de fuego al grito de: “Te voy a matar pendejo de mierda”.
Frente a la vivienda el acusado lo aguardaba dentro de otro vehículo, y cuando lo vio, lo insultó. El intendente hizo caso omiso a los dichos ofensivos, pero el longevo hombre los siguió hasta la esquina de las calles Tucumán y Salta donde colocó su vehículo a la par, sacó un arma de fuego y, tras amenazarlo, huyó del lugar.
Lovey realizó la denuncia policial, razón por la que un equipo de la comisaría local salió en búsqueda del acusado.
Es así que lograron identificar el vehículo sospechoso, pero al ver el patrullero el conductor intentó evadirse, desarrollándose una persecución hasta la esquina de las calles Río Negro y Tucumán, donde Terzich bajó del vehículo y tiró el arma tras un muro, hacia la vivienda de su hermana.
Los policías habían visto la acción, pero también lo había advertido el secretario privado de Lovey, quien cuando los efectivos demoraron a Terzich ingresó a la propiedad y recuperó el arma que aquél había arrojado.
Se trata de un revólver calibre 38 largo, 6 alvéolos y 6 cartuchos con del mismo calibre.

El anciano fue trasladado a la comisaría y puesto a disposición de la fiscal Liliana Luppi quien pidió la imputación por el delito de “amenazas con arma de fuego”. Sin embargo, ordenó que se lo libere.
La funcionaria tampoco le tomó declaración, pero lo citó para el martes 11, a las 8.
El hombre imputado tiene antecedentes de homicida. El 14 de mayo de 1981 asesinó de dos tiros a quemarropa al docente indigenista y dirigente social René James Sotelo.
Debido a los vínculos que tenía con los funcionarios designados por la dictadura militar, primero, y por la Unión Cívica Radical después, nunca fue condenado.
Violencia impune
El intendente de Quitilipi sostuvo que Terzich lo hostiga desde hace un largo tiempo tras un desacuerdo por cuestiones políticas. Ambos habían trabajaban juntos en la campaña de 2020 en la que Lovey fue electo intendente.

En los primeros meses de gestión, Terzich fue parte del equipo de Lovey. “Cuando ganamos las elecciones me quiso manejar como armar el gabinete, me cambia toda la jugada, quería acomodar toda su gente, lo cual obviamente yo no le permití. Entonces él se enojó conmigo, se retiró, no quiere trabajar más y ahí empezó conmigo un ida y vuelta que yo nunca le contesté”, expresó el intendente a Diario Tag.
El hecho ocurrido el viernes fue corolario de una escalada de hechos violentos de Terzich, según declaró el intendente. Sostuvo que el geronte lo buscaba en la calle y lo insultaba, pero luego comenzó a pasar frente a su casa hasta 7 veces por día, con el fin de intimidarlo. “Yo entiendo que es una persona de edad (82 años), que está enferma, pero me pega un tiro y termina con mi vida”, aseveró Lovey.
Tras las amenazas sostuvo: “Voy a exigir la parte penal, arresto domiciliario, que no pueda conducir más un vehículo. Son muchas las enfermedades que tiene, es un riesgo. La verdad nunca imaginé que iba a vivir una situación de estas”.
Afirmó -además- que Terzich le dijo al comisario que lo detuvo que “iba a matar al presidente del Consejo, a otro ex funcionario de la Municipalidad, nombró a 5 personas”.
“La verdad es que estoy preocupado por la situación, porque este señor ya tiene antecedentes, está libre y es una amenaza para la comunidad, no solamente para mí”, expresó el intendente.