Federico G. A. Zamudio.
El índice de precios al consumidor aumentó durante julio un 7%, y acumuló un alza del 56,4% para la primera mitad de 2022, y del 78,5% en los últimos 12 meses.
El Indec determinó que el costo de la canasta básica alimentaria aumentó en agosto un 7,1%, por lo que un matrimonio con dos hijos necesitó percibir $52.990 para adquirir la cantidad mínima de comida y no caer en la indigencia.
En ese orden, con respecto a la canasta básica total, que marca el umbral por debajo del cual se cae en la pobreza, fue en junio de $119.757, con un aumento del 7,6% mensual.
Con esas referencias, en los primeros ocho meses del año el valor de la alimentaria se incrementó un 60,8%, mientras que el de la total avanzó un 57,3%.
Esta diferencia entre ambas canastas se debe a que los precios de las tarifas del transporte y de los servicios públicos tuvieron incrementos por debajo de los alimentos.
Entre agosto de este año e igual mes de 2021, el precio de la alimentaria se incrementó hasta un 81,4% y el de la total hasta un 75,2%.
La suba en el rubro “alimentos y bebidas no alcohólicas”, con el 7,1%, resultó la de mayor incidencia en todas las regiones. En lo que va del año ese segmento aumentó un 58,8 % y un 80% en los últimos 12 meses.