Ramón Barrios fue visto por última vez el lunes 5 de septiembre, cuando salió en su moto, una Honda Titán de 150cc.
La extraña ausencia del hombre ha motivado que la Policía de Corrientes demorara a la mujer, con la que mantenía una relación de pareja, debido a las infructuosas búsquedas y el agotamiento de la hipótesis sobre un extravío o un retiro voluntario del hogar, debiendo incursionar por una línea investigativa de claro corte criminal, aunque por el momento las evidencias sean exiguas.
Fuentes confiables informaron ayer sobre la detención de una ciudadana identificada como Susana Cañete, quien quedó privada de su libertad en el marco de la investigación por la desaparición de Ramón Wenceslao Barrios, de 34 años, su concubino, cuya falta de paradero denunció el 5 de septiembre pasado ante las autoridades de la comisaría de Riachuelo.
La Justicia ordenó una serie de allanamientos en diferentes domicilios de la zona donde fue visto por última vez Barrios la semana pasada. En esas circunstancias se habrían hallado elementos importantes para el avance de la causa, que llevaron a los pesquisas a la demora de la pareja del extraviado a instancias del magistrado que entiende en el caso. Por su parte, Romina Barrios, hermana del buscado, dijo ayer en declaraciones radiales que uno de los domicilios allanados fue el de la pareja de su familiar directo, que dentro de la vivienda se habrían encontrado indicios que llevaron a los investigadores a sospechar que no se trató de una situación de alejamiento consentido, sino que puede haber un hecho delictivo detrás, quedando como principal acusada.
La hermana de Barrios aseguró que no tiene contacto ni relación con Cañete, pese a que esta mujer había afirmado que había una relación familiar buena cuando al inicio del caso fue consultada al respecto por el periodismo. “Estamos preparados para lo peor”, deslizó en cuanto a las expectativas por la aparición de Barrios y apuntó: “Queremos que aparezca como sea. En todo ya pensamos, no puede ser que se pierda así”, expresó Romina, y recordó: “Todo era normal aparentemente, él no era de irse, además en su trabajo es muy responsable”.
De acuerdo a los informantes, por el momento la situación de la pareja de Barrios seguirá siendo la misma, quedando demorada mientras se sustancia la investigación por la presunta desaparición del hombre, de oficio trabajador rural.
El inesperado desenlace sucedió luego de arduas labores investigativas por parte de los agentes de la comisaría de Riachuelo y de las divisiones especiales de la Policía de Corrientes, que desplegaron a lo largo de la semana de ausencia de Barrios distintos tipos de diligencias para intentar reconstruir sus últimos momentos. Para ello se recolectaron testimonios de la pareja, de los vecinos y los compañeros de trabajo, se analizaron cámaras de vigilancia de las zonas que solía frecuentar, como también se encuentran en distintos puntos del municipio para intentar trazar su derrotero y se usaron perros adiestrados para rastrear su olor, como el caso de la niña R.A.G, extraviada una semana antes.
Finalmente, por los infructuosos resultados se puso en cuestión el relato que originó la pesquisa, encontrando inconsistencias en los dichos de la concubina, por lo que luego de tareas de campo de incógnito y consultados los informantes de identidad reservada, se solicitó a la Justicia una serie de órdenes de allanamiento que en principio habrían reforzado la hipótesis que actualmente se maneja y que ubica a la mujer como presunta responsable.
