Federico G. A. Zamudio.
La Justicia ordenó el abandono del sitio a Sonia Morales y a sus dos hijas menores de edad, quienes pasarán a formar parte de los despojados de la ciudad.
La mujer contó que comenzó a vivir con sus tíos desde la década del ’70, en una casa ubicada en la calle Río Juramento al 1100. Hace poco tiempo sus parientes, propietarios del lugar, fallecieron, por lo cual ella y sus dos hijas, de 14 y 16 años, continuaron viviendo en el lugar.
En noviembre de 2021, la jueza Graciela Liceico, a pedido de un hombre de apellido Falcón, ordenó el desalojo inmediato del inmueble, contraviniendo las leyes de protección de menores y las que protegen a quienes habitaron una propiedad por tiempos superiores a los 30 años.
El mencionado Falcón gestionó esa medida tras identificarse como el nieto de los propietarios, y contó con el apoyo del Poder Judicial, donde algunas fuentes dijeron que tiene influencias, ya que tiene familiares en ese ámbito, pese a esto, el abogado de Morales presentó un recurso de amparo que permitió que, por el momento, que las tres no se quedaran sin techo.
La atribulada madre destacó: “Él (Falcón) nunca apareció. Yo me hice cargo de mis tíos, tengo todos los impuestos pagados y están acreditados ante la jueza”.
