Una suboficial del Ejército Argentino se presentó espontáneamente ante el juez federal Gustavo del Corazón de Jesús Fresneda con la intención de dar su declaración en relación a la muerte del subteniente Matías Chirino, ocurrida en el Regimiento del Grupo de Artillería de Monte 3 de Paso de los Libres.
La numeraria, Claudia Cayata, quien está imputada por homicidio en la causa que se tramita del Juzgado Federal de Paso de los Libres, solicitó ser indagada, pero el magistrado a cargo aún no le fijó fecha de convocatoria.
En tanto, los otro ocho involucrados aún no tienen fecha para declarar en el ámbito federal.
“Primero se aguardarán los resultados de los peritajes solicitados, para luego establecer las fechas de declaración indagatoria”, explicó una fuente judicial.
Es que todavía queda por peritarse los teléfonos celulares de los imputados, medida solicitada por el fiscal Aníbal Fabián Martínez el mes pasado.
El objetivo es determinar, con los mensajes de texto y registro de comunicaciones, si los vejámenes cometidos fueron premeditados y organizados.
Otro estudio que se debe realizar es la segunda autopsia al cadáver de la víctima, procedimiento que se realizaría el 30 de agosto, en Córdoba.
De esta manera se espera establecer a ciencia cierta la causa médica de muerte del joven de 23 años.
Vinculación de causas
El Consejo de Disciplina de la Brigada de Monte XII exoneró del Ejército Argentino, a ocho ahora ex oficiales y suboficiales, y sentenció a 25 dias de detención a una suboficial, por considerarlos responsables de faltas graves que derivaron en el fallecimiento del subteniente Matías Chirino.
En principio, los expulsados del Ejército Argentino serían los oficiales Claudio Luna, Rubén Darío Ruiz y Hugo Reclus Martínez Tárraga, el teniente primero Darío Martínez, los tenientes Exequiel Aguilar y Franco Grupico, los subtenientes Facundo Acosta, Gerardo Bautista, mientras que la subteniente Claudia Cayata fue sancionada con la privación de la libertad.
En principio, esta resolución de la Justicia Militar tendría “relativa implicancia” en el proceso penal que se lleva adelante en la Justicia Federal.
“Ni el juez, ni el fiscal aún fueron notificados oficialmente de estas sanciones. En el transcurso de la semana la Fiscalía Federal solicitaría esa sentencia para incorporarla al expediente”, indicaron fuentes judiciales.
Respecto al valor del contenido de esa resolución militar, la misma fuente indicó que “sería relativa la implicancia, porque se la debería analizar detenidamente y ver la existencia de pruebas, como también otras cuestiones técnicas. En principio podría ser tomada como un indicio”.
Por su parte, Claudio Orosz, abogado que representa a la familia Chirino en el proceso, expresó su conformidad respecto de la exoneración de los imputados.
Destacó que “es importante que quienes son capaces de matar a un pibe de 23 años, sean separados de una institución estatal armada”.
Respecto a la implicancia de estas sanciones, explicó: “estamos llevando adelante una querella en una causa penal en el fuero federal. Las conclusiones de las actuaciones administrativas disciplinarias militares serán requeridas seguramente, pero no son necesariamente dirimentes”.
Y, respecto de la investigación, sostuvo que “se está avanzando” y que se esperan los resultados de los peritajes solicitados por el Juzgado de Paso de los Libres.
Acompañamiento
Ezequiel Chirino, padre del joven, se refirió a las sanciones impuestas a los involucrados.
“Celebro esta decisión. Pero más allá de estas sanciones yo no voy a poder abrazar nunca más a mi hijo. Por eso vamos a poner todo el esfuerzo para que reciban la condena que corresponde en la justicia”, dijo.
“En esta desgracia me he sentido muy acompañado por el ministro de Defensa, (Jorge) Taiana, y por los representantes del Ejército. Me prometieron que iban a imponer las máximas consecuencias y lo hicieron”, detalló Chirino aludiendo a la destitución de los acusados.
Matías Chirino tenía 23 años. Era oriundo de la localidad cordobesa de Holmerg.
Había egresado de Colegio Militar del Palomar y debía integrarse al Grupo de Artillería III de Paso de los Libres para completar su instrucción.
Debía incorporarse a la unidad militar el 20 de junio, pero un oficial le adelantó su llegada para dos días antes. En la comunicación a Chirino le dijeron que iban a hacer una bienvenida para él y dos subtenientes que también formarían parte del destacamento correntino.
La “fiesta de bienvenida” no fue más que un rito de iniciación que forma parte de la tradición entre militares. Los tres subtenientes fueron obligados a consumir cantidades excesivas de alcohol y a tirarse en una pileta con agua sucia en temporada de bajas temperaturas.
Luego lo hicieron dormir en un colchón en el piso, donde Chirino se descompuso y murió por broncoaspiración al respirar su propio vómito.
