La muerte del menor causó conmoción en la población, la que pide mayores controles en la estación local para que no ocurra más este tipo de tragedias.
La práctica de subirse en las formaciones de trenes corriendo, bailando y saltando de un vagón a otro, se conoce como “surfeo en trenes”, y se realiza en distintos países del mundo. Una vez que el tren para, porque los descubrieron, salen corriendo siendo muy pocas veces detenidos.
El hecho ocurrió el viernes por la tarde, cuando en el interior del predio del ferrocarril, próximo a la estación del tren, en el sector de maniobras, y donde una de las unidades se encontraba en movimiento, dos jovencitos -de 13 y 17 años- comenzaron a correr al costado de la formación para subirse a la misma.
Según el testimonio del otro adolescente implicado, su compañero, Ángelo S., se había resbalado del borde del andén, y tras perder el equilibrio cayó sobre las vías, donde uno de los últimos vagones lo que se encontraba en movimiento le pasó por encima, resultando gravemente lesionado en ambas piernas y el brazo izquierdo, por lo que fue trasladado de forma urgente en una ambulancia hasta el hospital local.
Los informes señalan que el impacto fue de tal magnitud que en ese momento perdió los tres miembros. Su estado era de gravedad y los médicos trataron de estabilizarlo para trasladarlo a la capital, pero en las últimas horas del mismo día dejó de existir. Estaba domiciliado en la quinta sección Ombucito, de Paso de los Libres. Sus restos serán velados hasta hoy a las 17 horas.