El agente Alfredo Vivero de 37 años habría desarrollado en Santo Tomé actividades como prestamista, según la hipótesis de los investigadores. Lo que se desconoce es que si la normativa permite que el personal de la fuerza Federal desarrolle actividades financieras por fuera del sistema legal, lo que abre un interrogante sobre los controles que existen a las actividades que realizan los numerarios de esta fuerza.
Fuentes del Poder Judicial de Santo Tomé revelaron a que la causa por el hallazgo sin vida de un gendarme en su vivienda en esta localidad esta caratulada como “homicidio”. Según los datos que fueron precisados a este medio, se hallo varios elementos que estarían vinculados con un asesinato en la casa donde fue encontrado muerto el gendarme Viveros (39) en el día de ayer por la tarde. Recordemos que en un principio se reporto el caso como un posible “suicidio”, pero con el correr de las horas, y con los primeros resultados de las pericias las autoridades que investigan la muerte del agente están convencidos de que a Viveros lo mataron. El miembro de la Gendarmería Nacional se encontraba en Santo Tome hace alrededor de 3 años y prestaba servicios en el puente internacional entre Santo Tome y San Borja. Ayer después del mediodía fue encontrado por su esposa también miembro de la fuerza federal sin vida con un disparo en la cabeza en su departamento ubicado al final de la Avda. Parque Corsodromo de esta ciudad. En la escena del luctuoso hecho la policía encontró a Viveros arrodillado sobre su cama con un disparo en la cien en una posición poco habitual y con una dirección de disparo que no coincide con la acción de un suicida. Además se supo que Viveros tenía una media alojada en su boca y señales de resistencia física. Otro dato que es contundente para la investigación, es el celular hallado dentro del inmueble de la victima, que según la fuente apareció totalmente incinerado dentro de una olla. En las últimas horas la justicia maneja varias hipótesis sobre la misteriosa muerte del gendarme, entre ellas, un crimen pasional por encargo y un “ajuste de cuentas”.