Una mujer se hizo pasar por abogada y hasta liberó detenidos, pero sólo fue sancionada con tareas comunitarias. Por hacer creer que era profesional del derecho sin poseer título, le asignaron el mote de “la D’Alessio correntina“, en comparación a Marcelo D’Alessio, aquel falso abogado que era asesor del gobierno de Mauricio Macri.
Ocurrió en la localidad correntina de Esquina, donde una mujer oriunda de la provincia de San Juan fue acusada de haber intervenido como representante legal de detenidos, para lo que firmaba los escritos con números de matrícula de letrados habilitados para ejercer la profesión.
La situación fue descubierta cuando, en el contexto de una causa penal, una funcionaria advirtió que en un escrito presentado había sido firmado por una mujer, pero el número de matrícula identificatoria correspondía a la de un abogado -varón- de amplia trayectoria en el ejercicio de la profesión.
La situación anómala fue comunicada al Colegio de Abogados de esa circunscripción judicial y fue así como se detectó que la misma operatoria había afectado a otros letrados.
El caso involucra a Mónica Almeida quien, además, tendría antecedentes por situaciones anómalas en la provincia de San Juan.
PROFESIONAL EXTRAÑA
La situación surge a partir de la aparición de una “nueva profesional” en la localidad de Esquina, de unos 20.000 habitantes, ubicada al Sur de la provincia de Corrientes en el límite con Entre Ríos.
En estas circunstancias, la abogada se habría presentado en la Comisaría como asesora de un detenido para el cual habría tramitado su excarcelación ante los tribunales locales.
En paralelo, representó a trabajadores de una empresa que había cerrado para tramitarles la indemnización y, además, con ellos tramitó una cooperativa de trabajo.
Los representó ante la Municipalidad y hasta logró un convenio para que la cooperativa se haga cargo del reciclado de materiales descartados.
La irrupción de una nueva profesional del derecho en el pueblo había llamado la atención. Se preguntaban cuándo se había matriculado y con qué estudio jurídico estaba asociada.
Esta incógnita se debeló cuando una secretaria del Colegio de Abogados notó que entre los escritos que había remitido el Poder Judicial tenían la firma de una mujer, pero la matrícula coincidía con la de un abogado, Juan López Polli, quién ejerce la profesión hace más de tres décadas en la ciudad.
Ante esto, la consulta fue si esta nueva abogada era una asociada a su estudio jurídico, a lo que el letrado afirmó que “nunca la había escuchado nombrar” y que no la conocía.
Esto originó, una presentación en la Justicia para que se investigue posible usurpación de títulos y perjuicios. Se originó el expediente caratulado “Almeida , Mónica Gabriela, por Usurpación de Título tres veces reiteradas y usurpación de título como delito continuado”.
La causa fue tramitada en el Juzgado de Instrucción de la ciudad de Esquina, donde se hizo la investigación.
Posteriormente la situación fue trasladada al Juzgado de Instrucción y Correccional 3 de la ciudad de Goya, donde el pasado 24 de mayo se realizó una audiencia “conciliatoria”.
Debido a que ninguno de los afectados presentó una querella, la única parte acusatoria fue la fiscalía, por lo que el juez Darío Ortiz dispuso que la falsa abogada cumpla un año de tareas comunitarias en la Municipalidad de la ciudad de Esquina y que con esto se cierre la causa.
Fuentes allegadas a la causa aseguran que la “D’Alessio correntina” había utilizado la matricula de al menos tres abogados e intervino en numerosas causas judiciales, por lo que la sentencia establecida generó malestar entre los profesionales del Derecho.
“Cualquiera puede hacerse pasar por abogado y lucrar con ellos, usurpar un título, una matrícula y no pasa absolutamente nada”, sostuvo uno de los abogados afectados que cuestiona a los jueces de Corrientes no sólo por no contar con mecanismos simples para constatar que un representante es abogado, sino que también porque -además de esa permisibilidad- dictan castigos leves para casos graves como este.