Federico G. A. Zamudio.
Las redes sociales se vieron invadidas ayer por la denuncia y los reclamos de los alumnos de la prestigiosa escuela agro-veterinaria, además de algunos medios informativos nacionales.
La Escuela Regional de Agricultura, Ganadería e Industrias Afines (Eragia) se vio inmersa en una situación altamente conflictiva, que despertó la indignación del ambiente educativo y de la sociedad en general, cuando se supo que un profesor mantuvo por más de 3 horas, desde las 11 de la mañana hasta a las 14.30, a unos 40 alumnos -a quienes acusaba de haber robado un piedra de afilar- parados bajo el sol.
El castigo “ejemplar”, propio de otro siglo, se extendió tras revisarles las pertenencias de los jóvenes y mientras les prohibía que se sentaran o apoyaran, a la vez que les explicaba que “así iban a aprender”, sin dejarles tomar agua, quitarse los abrigos o ir al baño. También les impidió que fueran a almorzar y les sacó los celulares, con lo cual no les permitía conectarse con sus padres.
Según algunas versiones, durante todo el tiempo los violentó verbalmente, amenazándolos con tomar otras medidas disciplinarias, y agregaron que el director de la entidad sabía lo que estaba ocurriendo, pero no intervenía. Otra versión cuenta que una alumna le pidió agua, al irascible docente, para tomar un medicamento, y este le dijo: “A mí qué me importa, vos te podés morir si querés, y a mí no me importa hasta que aparezca la piedra”.
Asimismo, otra alumna -que fue madre hace poco tiempo- contó que necesitaba darle de comer a su bebé, y su cuñada -que usualmente se lo lleva- se había presentado en el recinto académico y el profesor le dijo que ella también tendría que quedarse al sol con el resto de los alumnos.
De esta manera, llegó a oídos de los padres lo que estaba sucediendo y algunos de ellos se presentaron para intervenir -incluso hablaron infructuosamente con el director-, consiguiendo retirar a los maltrechos estudiantes, pero no antes de que una alumna tuviera un ataque de pánico y se desmayara.
Un vocero manifestó que fue realizada una denuncia en la comisaría Decimosexta, por la madre de la alumna que no pudo dar de comer a su bebé, contra el docente, quien es un médico veterinario.
