La investigación judicial por la muerte de un menor en un hogar de niños Rincon de Luz de Virasoro, dispuso el miércoles la exhumación de los restos para un nuevo examen forense, en procura de despejar las dudas y sospechas en torno al fallecimiento, el cual desató un vendaval de denuncias y rumores de maltrato y abusos sexuales a niños y adolescentes.
Fuentes judiciales informaron que el procedimiento contará con la presencia de las autoridades del Instituto Médico Forense, quienes tendrán a su cargo el peritaje a los resto de Claudio F., de 14 años, quien fue hallado sin vida en su habitación por uno de sus hermanos -también institucionalizado- el pasado 21 de febrero. El procedimiento busca verificar la primera autopsia, así como aportar nuevos indicios y pruebas a los pesquisas, ya que con el desarrollo de la causa la primera hipótesis de un suicidio se vio disminuida ante ciertos elementos que suscitaron la duda del fiscal Julio Cazzarré, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas (Ufic) de Santo Tomé, con jurisdicción en Virasoro y donde rige el nuevo Código Procesal Penal.
Los testimonios reunidos en el transcurso de los dos meses de investigación relativizaron la primera versión dada a conocer a las autoridades policiales por los celadores del establecimiento, que daban cuenta de que el adolescente se había ahorcado colgándose de un ventilador de techo. Los estudios que se lleven a cabo podrían echar luz sobre cómo fue la mecánica de compresión, corroborando o desestimando lo sostenido por los custodios, quienes al igual que la directora del establecimiento, Sonia Prystupczuk, han sido muy criticados y cuestionados por la opinión pública, recibiendo acusaciones graves. Testigos, entre ellos el hermano de la víctima, manifestaron que C.L. apareció muerto en la cama y que el ventilador estaba encendido. También el peso -75 kilos- del muchacho despertó incongruencias en la narrativa primaria de los hechos. Es por todo ello que desde la mañana se llevarán a cabo tareas en el cementerio municipal, para extraer el ataúd con los despojos humanos. Una vez trasladados a un lugar idóneo se practicará el estudio, cuyo grado de complejidad dependen de los requerimientos del representante del Ministerio Público.
De momento la carátula del caso es “muerte dudosa”, por lo que no existen terceros acusados como responsables penales del delito, lo que surja de este estudio podría ser definitorio para el curso futuro no sólo de la causa sino del movimiento social que se fue ensamblando en derredor y que redundó en marchas en distintas localidades de la provincia. Es que esta muerte desandó otros relatos de presuntos sobrevivientes a un régimen de encierro y castigo puertas adentro del hogar de niños, dependiente del gobierno provincial.