El joven, quien estuvo implicado en un homicidio hace unos años, intento apuñalar a los rivales de su equipo. Estaba de espectador. Fue detenido.
El hecho, que trascendió en las últimas horas, se registró el sábado por la tarde, alrededor de las 18, en una cancha ubicada en las inmediaciones de la calle J.R. Vidal del mencionado barrio capitalino. En el lugar se estaba realizando un torneo barrial, con la presencia de varios equipos de la zona.
Según trascendió, el revoltoso, identificado como Edgardo José Meza, de 28 años, alias “Trucho”, se habría enojado porque su equipo había perdido porque el árbitro cobro un penal que a su entender no era.
Estaba de espectador, y por su actitud pendenciera se tuvo que suspender el encuentro, cuando sacó los armas blancas de grandes dimensiones, con las que quiso apuñalar a todo el que se le cruzara delante, lo que no permitió seguir con los demás cotejos.
Entre los que presenciaban el campeonato había un agente de la Policía de Corrientes, quien le pidió que se calmara, pero el exaltado no entendía razones. El uniformado, viendo que no estaba en su jurisdicción y tampoco estaba en condiciones de desarmar a quien tiene varios familiares en la zona, quienes podrían atacar al agente en cuanto quisiera detenerlo, aviso al personal del Grupo de Intervención Rápida (GIR), que se encuentra a pocas cuadras, en el barrio Virgen de los Dolores.
Un patrullero llegó al lugar donde se estaba realizando el encuentro, y “Trucho” huyó corriendo en dirección a los pasillos que tienen salida en diferentes calles, lo que los convierte en una buena vía de escape, y que es muy conocida por los delincuentes de la zona.
De todos modos, los agentes lo buscaron, lo rodearon y tuvieron que reducirlo para detenerlo, ya que luchó un rato contra los agentes, hasta que fue inmovilizado. En su poder tenía las dos armas, que fueron secuestradas siguiendo los pasos legales, y fue trasladado a la sede policial. En la comisaría 12 se inició el sumario policial. El detenido es una persona que se vio envuelta en varios hechos de sangre, pero se encuentra libre. El más grave lo protagonizó en el año 2016, cuando fue acusado de matar con una tumbera a su vecino, quien había pasado cuando el bebía en la vereda de su casa en el Patono, donde vive actualmente. En esa ocasión escapó, pero fue detenido en el barrio Tutuca, donde se había ocultado -luego del hecho- en la casa de un pariente.
Más adelante la causa no prosperó, ya que la investigación se fue diluyendo por cuestiones burocráticas, el arma utilizada no fue hallada, el crimen quedo impune y “Trucho” volvió a las calles de la misma manera y con la misma violencia de siempre. Este no es el único incidente grave en que se vió envuelto, y para la policía es muy conocido en el mundo de los delitos, ya que varias veces fue detenido y liberado de manera casi inmediata.