Un campeonato de fútbol barrial terminó de forma abrupta cuando un efectivo de la policía sacó su arma reglamentaria, disparó al aire y amenazó los demás jugadores tras perder un partido
El episodio ocurrió el sábado, a las 18, cuando se disputaba un torneo en un potrero del barrio Pirayuí, a las afueras de la Capital correntina.
En el último encuentro, el partido se tornó trabado y con muchos roces, lo que generó algunos intercambios de palabra, primero entre los jugadores y luego en el público.
Fue así que al costado de la cancha un grupo de mujeres se trenzó a golpes, por lo que el público intentó intervenir para separar el pleito.
Pero, lejos de calmarse la situación, comenzó otro pleito ya dentro de la cancha aparentemente por los resultados devenidos del partido.
Sumaron a la trifulca los familiares que acudieron en defensa de una y otra fémina.
A las trompadas y patadas, se agregaron palos y piedras, hasta que un estampido se escuchó en el aire.
Es que un suboficial de apellido Caballero que estaría asignado a la la Unidad Operativa 18 de la Ciudad de Corrientes, sacó su arma reglamentaria para amedrentar a los del equipo contrario.
El efectivo policial, enojado por haber perdido el encuentro deportivo amenazó con arremeter contra sus adversarios, todo frente a un grupo de familias -incluso niños- que hasta temieron por su vida. “Caballero, no tire, hay niños”, le gritaban.
Pero, enojado, el policía avanzó por el medio del campo blandiendo una pistola calibre 9 milímetros, mientras amenazaba a los demás.
La acción quedó registrada en videos que se difundieron en los medios de comunicación de la Capital.
“El efectivo continúa en actividad. Se iniciaron acciones sumariales, pero no se lo separó de la fuerza”, aclararon desde la Policía de Corrientes.