La investigación de una denuncia de abuso sexual en la que están involucrados cuatro hombres -uno de ellos policía- en la localidad correntina de Mburucuyá, volvió a foja cero porque en el juzgado donde se tramita la causa “se perdieron” las pruebas.
Los elementos se extraviaron en las dependencias judiciales y del Ministerio Público de la localidad de Saladas.
Ante la situación, la jueza María Marecos y el fiscal Osvaldo Ojeda citaron nuevamente a la víctima para tomarle muestras de sangre a fin de comparar el ADN con los de las muestras obtenidas de la ropa de los imputados.
La víctima, que fue brutalmente abusada hace un año y medio cuando denunció encubrimiento y revictimización. “No me dan protección ni respuesta”, lamentó.
“Me contactaron el jueves para volver a tomar los análisis y pruebas de sangre. Tengo que volver a hacerme todo cuando la causa está parada hace varios meses”, relató a C5N.
Según la joven, los agresores estuvieron solo 4 horas detenidos en cuanto ella denunció el aberrante abuso. “No me dan protección ni respuesta, nada. Ahora tengo menos esperanza de que haya algún detenido o que directamente haya justicia”, lamentó.
Los acusados están libres y tres de ellos viven en el mismo pueblo que la abusada. Por ello la chica decidió radicarse a la Capital de la provincia.
Pero, días después, el cuarto imputado, un efectivo de la Policía de Corrientes fue trasladado también a la ciudad de Corrientes, por lo que, según la víctima, la Fiscalía y la Justicia están detrás de un grave encubrimiento. Uno de los imputados es un agente de la Policía local.
“Tengo miedo de salir a la calle y encontrarme con él”, dijo al referirse al uniformado. Contó que el fin de semana, cuando estaba en su pueblo, otro de los acusados se cruzó en la calle. “Colapsé. Me puse a llorar porque me genera angustia. Es algo desgarrador lo que me toca vivir”, contó.