Después que el viernes pasado unos 10.000 ciudadanos correntinos se manifestaron en una veintena de localidades de la provincia para pedir que se investiguen presuntos delitos cometidos en los hogares de niños pertenecientes al Gobierno de Corrientes, la Justicia ordenó que este 12 de abril, se exhume el cadáver de Claudio Florez, el chico de 14 años hallado muerto en el hogar Rincón de Luz de la localidad correntina de Virasoro.
El joven fue encontrado por su hermano, con quien compartía la habitación, en la tarde del 22 de febrero.
Tras esto, el fiscal Julio Cazarré abrió un expediente caratulado como “suicidio” y cerró la causa.
Los familiares del joven, junto a un grupo de voluntarios que colaboran con el hogar accionaron para que la carátula se cambie a “muerte dudosa”, pero igualmente el fiscal no había tomado medidas.
Luego que el pasado 8 de abril el Comité Provincial Contra la Tortura inspeccionó el expediente, recién se ordenó la autopsia.
Aseguran que “hay inconsistencias” entre el expediente y los testimonios.
Muerte dudosa
Lo que llama la atención es que la hipótesis planteada por la fiscalía era que el chico se había suicidado, supuestamente colgándose con una chalina que había sido hallada sobre su cama.
El cuerpo del joven estaba en el suelo, con la cabeza en la dirección opuesta al del género de tela.
Tampoco quedó establecido de dónde se habría colgado, ya que el ventilador de techo en la habitación habría estado en funcionamiento.
Una fuente cercana a la causa hizo trascender que “tenía hematomas detrás de las orejas”.
Según el expediente, tras llegar al lugar, el fiscal, al interrogar a los encargados del lugar sólo les hizo dos preguntas: “¿el chico tenía novia? Y ¿se escapaba a la noche?”, y cerró la investigación.
Lo que declararon los testigos es que quien habría encontrado el cadáver fue uno de los encargados, uh hombre con antecedentes de hechos violentos que días antes habría “ahorcado” con sus manos a otro chico a su cargo. Esta persona continúa en actividad en el mismo lugar.
La causa tiene como principal imputada a Sonia Andrea Pristyczuk, la ex directora del hogar Rincón de Luz.
Está sospechada de haber sometido a malos tratos, golpizas y abusos sexuales a los niños a su cargo. Además, está acusada de haberse quedado con el dinero de las asignaciones universales y los aportes de manutención de los menores.
Pese a todo esto, no está detenida.
En tanto la Justicia Federal avanzaría en otra línea investigativa para determinar la posible comisión de delitos de lesa humanidad o trata.