El hecho se registró en un supermercado chino, en las inmediaciones del barrio Libertad de la capital.
Un guardia de seguridad de un conocido supermercado ubicado por avenida Ferre y Paraguay, detuvo a una mujer que había robado varios champú y los había colocado en su corpiño. El personal notó que una clienta había incrementado el tamaño de sus pechos con el paso por el sector de artículos de higiene. Sospechó de que la mujer mayor, de pelo platinado, era una de las famosas “mecheras”, y el crecimiento que se había notado en su sujetador seguramente se debía a cosas que había ocultado allí.
Interceptaron a la sospechosa quien muy ofendida por la interpelación del guardia, intento retirarse del establecimiento. Pero no la dejaron hasta que sacó de entre sus ropas nada más y nada menos que nueve potes de productos para el cabello de distintas marcas. Fue demorada y liberada, teniendo en cuenta que el delito no se llegó a consumar.