Una redada en la ciudad de Goya derivó en la identificacion de tres hombres y una mujer, que estarían involucrados con la firma Generación Zoe, dedicada a las estafas en varias provincia del país, cuyos administradores centrales aún están prófugos.
El operativo realizado ne la provincia de Corrientes fue para arrestar a los “representantes” de la firma investigada por administrar un sistema de estafa piramidal.
Lo que se sospecha es que estos habían facilitado la instalación de la firma en la ciudad correntina de Goya, donde captaron víctimas que fueron estafadas.
La empresa se habría instalado a finales de 2019 y empezó a operar con notoriedad al año siguiente. Debido a que existía restricciones de actividades por la pandemia de coronavirus, la captación fue por medio de redes sociales.
En el armado de esta sucursal intervino L. Camelino, joven domiciliado en Goya, pero, según cuenta en las redes sociales, es oriundo del periférico barrio Don Orione, de Claypole.
Junto a sus dos hermanos J. y N. Medina -ambos hijos de su madre- alquilaron un local en la calle José Gómez al 700, en Goya.
En ese lugar iniciaron la captación de clientes. El modo de operación es el mismo que se utilizó en otras provincias, convocaban a los interesados por redes sociales y campañas publicitarias.
Invitaban a realizar inversiones en dinero por las que pagarían el 7,5% mensual, con incrementos según cantidad de adherentes que incorporaba el nuevo participante de la red.
Y así fue que una pareja de esa ciudad decidió invertir. El hombre entregó 1.350 dólares y la mujer, unos 5.641 dólares, en una transacción realizada en septiembre de 2021.
Entre octubre de 2021 y enero 2022, ambos recibieron 101,55 dólares y 423 dólares respectivamente. Pero en febrero la “cadena de pagos” se cortó.
Intentaron comunicarse con los hermanos Medina y también con Camelino, pero los teléfonos estaban bloqueados, los mails no eran contestados y las oficinas estaban cerradas.
Cuando se enteraron que Generación Zoe era allanada en Córdoba y Buenos Aires, decidieron hacer la denuncia policial en la comisaría Segunda de la ciudad de Goya.
Luego, enterados de la situación, unos 300 damnificados acudieron a las oficinas goyanas para recuperar su dinero, pero nadie los atendió.
El pasado 16 de marzo, el abogado Pablo Fleitas, en representación de esta pareja víctima, pidió la intervención de la Justicia para que se investigaran los delitos de asociación ilícita y estafa. La causa quedó en manos del fiscal Patricio Palisá, con conocimiento del juez de garantías Carlos Balestra.
El jueves pasado, a las 22, fueron allanadas las oficinas de Generación Zoe en Goya, donde secuestraron documentos y computadoras. Allí encontraron motocicletas de alta cilindrada y un automóvil. Ninguno de los rodados tendría documentación al día.
Esa misma noche, en un hotel cuatro estrellas de esa ciudad, detuvieron a L. Camelino y minutos después, quedó privado de la liberad uno de los hermanos Medina; mientras que otro está prófugo.
Roles en la organización
“Nada de lo que se hacía habría escapado del control de Leonardo Cositorto. El gerente general iba a la ciudad, ultimaba los detalles de la puesta en marcha de la oficina, daba las instrucciones y luego regresaba cada tanto”, confió a este medio una fuente cercana a la investigación.
Es por ello que el juez de garantías Carlos Balestra emitió en las últimas horas un pedido internacional de detención contra el identificado como responsable de Generación Zoe quien acumula causas en todo el país.
En tanto, respecto de los “representantes” locales, se sospecha que L. Camelino era el responsable de la sucursal. Como tal, validaba las operaciones y realizaba las transacciones con los ingresos que obtenían de los “emprendedores” que captaba la red.
En tanto, N. Medina se encargaría de captar interesados en realizar inversiones y cursos a través de contactos personales o vía redes sociales.
Luego, su hermano J. sería el responsable de hacer los cobros y derivar esos fondos a L. Camelino.
Este último, “líder de oficina”, centralizaba todas las acciones desde una sede en Villa Crespo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde, además, recibía automóviles entregados por los interesados en invertir. Allí intervendría también su pareja, R. Fachal, quién colaboraboraría en la “administración” de la oficina.
Ambos tomaban esos rodados que luego serían comercializados en un local de cla calle Aguirre 865 de CABA, donde se realizaría también toda la tarea administrativa en relación a las incorporaciones de suscriptores de la ciudad de Goya.
Una vez al mes viajaba a la ciudad correntina para realizar cursos, tomar contacto con los adherentes, como también controlar las acciones que realizaban los encargados de la oficina. En uno de esos viajes fue detenido.
Queda por establecer si la empresa Generación Zoe también hizo pie en Corrientes donde, en noviembre, se había convocado a una conferencia en el Jockey Club Corrientes -Mendoza 999 (e Yrigoyen)- de la capital correntina.
¿Universidad Pública y Cómplice?
Casi en simultáneo con el seminario, la Universidad Nacional del Nordeste firmó un convenio con el Instituto de Trading, Economía y Finanzas, que sería subsidiaria de la empresa Generación Zoe.
Quien presentó este acuerdo fue el decano de esa casa de estudios, Mario Villegas. Lo hizo en un acto en el que compartió la mesa con Matías Adrián Ferri y Matías Notaro, Héctor Luis Yrimia, los integrantes de “la mesa jurídica” de Generación Zoe.
Estuvo también el contador Norman Próspero, quien fue detenido por estar involucrado en la causa.
En la ocasión habían promocionado Generación Zoe y ofrecían la aplicación ZOE Academia. Pometían que con ese sistema instalado en el teléfono y pagando 100 dólares mensuales, podrían “educarse con contenido de gran valor en Forex, Binarias, Índice Sintético y Desarrollo Personal con certificación internacional”.
Además insistían en que “por cada persona que traiga a la academia se gana 25 dólares, es decir, con 4 personas paga sus estudios y si desarrolla una red con 5 personas en su primera línea y que éstas a su vez inviten 5 personas se conformaría una comunidad gigante que te estarían generando importantes ingresos entre 5 mil y 10 mil dólares mensuales”
Los prófugos y sus víctimas
La causa judicial en la provincia de Corrientes se activó mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el juez federal Ariel Lijo ordenó diez allanamientos vinculados con una causa por presunto “lavado de dinero” del holding “Zoe”, del prófugo Leonardo Cositorto, en busca de documentación sobre maniobras en empresas del grupo y un estudio jurídico.
El juez ordenó el secuestro de todos los libros contables y societarios de sociedades vinculadas al grupo y de “todos los contratos que hayan suscripto”, además de computadoras que se encuentren en los domicilios.
Los allanamientos ordenados en la ciudad de Buenos Aires y localidades bonaerenses buscan “profundizar la investigación en torno al origen de los fondos que posibilitó el crecimiento exponencial del grupo”, y la creación de las empresas con movimientos millonarios de dinero cuyo origen se investiga.
Mientras tanto, en Córdoba, en el marco de otra causa, la fiscal provincial Juliana Companys —que pidió la captura del líder y su número dos también prófugo, “Max” Batista— ordenó la búsqueda internacional del exjuez Héctor Yrimia, fuertemente involucrado con el grupo y expuesto recientemente por un video revelado en redes sociales.
Yrimia, que fue fiscal federal y luego magistrado de instrucción, se presentó como “director jurídico” del conglomerado de firmas ayer sospechado de regentear un esquema Ponzi masivo. La Policía Federal allanó con el Departamento de Investigaciones Antimafia de la Superintendencia de Investigaciones Federales su estudio jurídico, así como la casa de la hija de Batista y el estudio contable del ya detenido Norman Próspero, encargado de los números del grupo, confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal cordobés.