Federico G. A. Zamudio.
Comienzan a desaparecer los últimos restos de la que fuera una marca productiva distintiva en la economía correntina.
La empresa fue el símbolo de la producción tabacalera en la provincia de Corrientes desde 1954, soportando todas las crisis económicas del país, menos una, la de la gestión del ex presidente Mauricio Macri, que estaba avalado por el apoyo político del radicalismo local.
Vale mencionar, que la entidad tabacalera bajó las persianas de su planta de producción de cigarrillos en la localidad correntina de Goya en 2019. La decisión de la firma que comercializa marcas como Marlboro y Philip Morris conllevó al despido de 220 empleados.
Desde la empresa habían indicado que trasladarían toda su producción a la planta que la compañía opera en Merlo, provincia de Buenos Aires, pero allí solo relocalizaron a unas 30 personas del total cesanteado.
“La decisión de cesar las actividades en la planta de Goya responde a que en los últimos años se redujeron las ventas de la compañía, principalmente por el aumento de la participación en el mercado de empresas que no pagan los impuestos correspondientes, avaladas por medidas cautelares otorgadas por la Justicia federal”, decía el comunicado.
A lo que agregaba: “Como consecuencia de las medidas cautelares, estas empresas pueden vender sus productos a mitad de precio y pasaron así de tener una participación de mercado que rondaba el 2% en 2015 a tener más del 16% de participación en la actualidad, en detrimento de las que pagan la totalidad de impuestos”.
Asimismo, destaca: “Las empresas tabacaleras que cumplen con todas sus obligaciones fiscales en la Argentina soportan una carga fiscal de casi el 80% del precio de venta al consumidor, lo que implica una de las presiones tributarias más elevadas del mundo”.
Cuando se anunció el cierre de la planta la administración provincial había prometido hacer gestiones para intentar un rescate de la misma, pero nunca se realizó, como casi todas las promesas del oficialismo provincial.