Una malla metálica fue atada a la parte inferior de una camioneta. Los alambres estaban fijados al cárter, de tal modo que constituían una especie de soporte oculto en el que Miguel P. cargó más de 25 kilos de marihuana.
El objetivo del santiagueño era llegar a la ciudad chaqueña de Presidencia Roque Sáenz Peña. Había iniciado el periplo en el Interior de la provincia de Corrientes hasta donde había viajado con su pareja, Claudia P. y el hijo de ambos, de tres años.
La camioneta Chevrolet S-10 en la que viajaba la familia circuló por la avenida Tres de Abril de la ciudad de Corrientes, hasta llegar al puente que une las provincias de Corrientes y Chaco.
Cuando el rodado llegó al puesto de control vial permanente que comparten los efectivos de la Gendarmería Nacional y de la Policía de Corrientes, era las 12.30.
Era el 26 de febrero de 2021, cuando los numerarios de la fuerza de seguridad nacional le solicitaron a Miguel P. que detenga la marcha del rodado. Habló animosamente con los uniformados y les ofreció los documentos del rodado. No hubo novedad respecto a la legalidad del vehículo.
Mientras, sin que el conductor lo notara, otro gendarme inspeccionaba la camioneta doble cabina con la colaboración de un perro entrenado para detectar estupefacientes que, al acercarse a la parte delantera de la unidad, se puso inquieto.
La sospecha de la existencia de drogas ilícitas por parte de los gendarmes llevaron a que soliciten la colaboración de dos circunstanciales automovilistas para que oficien de testigos a fin de realizar una inspección más minuciosa.
El rodado fue sacado de la calzada de la Ruta Nacional 16, a la altura del kilómetro 0,50.
Fue entonces cuando descubrieron el insólito método que había elegido la pareja para trasladar la droga. Debajo de la camioneta, la parrilla metálica atada con alambres sostenía los envoltorios rectangulares de color negro. “Una vez retirada la malla en cuestión, se contabilizaron un total de veintiséis paquetes rectangulares envueltos en bolsa de consorcio color negra recubiertos con cinta de embalar transparente”, indica el acta del procedimiento. El pesaje arrojó 25,356 kilogramos.
En ese acto, el conductor y su pareja fueron detenidos. Los uniformados se comunicaron con las autoridades judiciales para ubicar a los familiares para que asistan al nene 4 años que tuvo el infortunio de presenciar el arresto de sus progenitores.
El hombre quedó alojado en el Escuadrón 48 de la Gendarmería, pero la mujer fue beneficiada días después de su arresto con la detención domiciliaria.
En el transcurso de la causa acordaron con el Ministerio Público Fiscal la realización de un juicio abreviado. Miguel P., reconoció que había intentado trasladar la droga al Chaco.
Por esto, aceptó cumplir cuatro años de detención, mientras que su pareja fue condenada a tres años en suspenso.
