Varias localidades de la provincia de Corrientes están cercadas por el fuego, además, está cerrado el acceso al parque nacional de los esteros del Iberá, por donde avanzan las llamas. En el sur provincial el fuego llega a zonas cercanas a las ciudades.
Además, las empresas forestales denunciaron perdidas millonarias por el avance del fuego que destruyó pinares, aserraderos y fábricas.
La situación es caótica. Los bomberos advierten que carecen de recursos para continuar la lucha contra los incendios.
El viento, que llegó a los 45 kilómetros por hora el fin de semana y el aumento de la temperatura que alcanzó los 43°C, complican la extinción de las llamas. La situación se volvió más compleja en las localidades de Ituzaingó, San Miguel, Caá Catí y Villa Olivari, ubicadas al Norte, poblaciones cercanas a los Esteros del Iberá y que cuentan con grandes extensiones de plantaciones de pino elliotti, altamente inflamable.
Es en esa zona de la provincia donde cerraron dos portales de acceso a los Esteros del Iberá
Se trata de las entradas denominadas Cambyretá, en la localidad de Ituzaingó, y San Antonio, en San Miguel, que están afectados por focos ígneos desatados en el marco de una pronunciada sequía.
“El fuego existe, en Cambyretá está operando Parques Nacionales con dos brigadas, una autobomba forestal, una autobomba de primer ataque y la colaboración de estancieros vecinos de la zona”.
Según indicó el funcionario, el trabajo para sofocar las llamas se lleva adelante con el apoyo de un avión hidrante de la Provincia, tractores, rastras y tanques aportados por los vecinos del lugar, ubicado a 230 kilómetros de la ciudad de Corrientes y a 15 de Ituzaingó, en el centro norte de los esteros.
“En el portal San Antonio, del departamento San Miguel, también hay fuego, con el que están trabajando bomberos voluntarios de la localidad de Loreto”, precisó Eulogio Márquez, Director de Defensa Civil de la Provincia.
El funcionario también aclaró que “la situación es difícil, pero no hay que magnificar. Se trabaja para controlar la situación y no hubo casas alcanzadas por el fuego en el sector de los Esteros”.
“Lo que ocurre es que los vecinos ven la cercanía del fuego respecto de los poblados y esto causa zozobra y susto. Pero se trabaja incansablemente para afrontar esta situación que se da por dos años de sequías”.
Indicó también que ese área “el fuego alcanzó a destruir unas 800 hectáreas aproximadamente, de un millón de hectáreas que tiene la reserva”.
En tanto, en las redes sociales oficiales del Parque Nacional Iberá dieron un “aviso urgente” de prevención.
Informaron así el “cierre temporal del uso público en el Portal Cambyretá por incendios en zonas lindantes al camping Monte Rey”.
Ese establecimiento es un área turística de acampe, el de mayor concurrencia de la zona norte del Parque, entre Ituzaingó y la localidad de Villa Olivari.
En relación a los incendios que ocurrieron en el Sur de la provincia, sostuvo que la zona más crítica es la del Sudeste provincial, en cercanías de la ciudad de Paso de los Libres.
La zona Este de la provincia, en especial Paso de los Libres, Bonpland, Tapebicuá, tienen grandes extensiones de pinares y eucaliptales, que son altamente inflamables. También existen pastizales de grandes extensiones que fueron arrasadas por las llamas y afectaron zonas de población rural.
Desde el gobierno municipal informaron que este 17 de enero se reportaron nuevos focos de incendio en Quinta Sección Palmar, en cercanías a la zona conocida como Chacra Pizarini.
El área está forestada con eucaliptos. El fuego avanzó en sentido hacia el río Uruguay zona que había ardido en la noche del domingo.
El trabajo de Bomberos junto con los operarios de la Municipalidad de Paso de los Libres, y gracias al cambio de la dirección del viento se pudo controlar el foco, informaron.
De todas formas el intendente de esa ciudad, Martín Ignacio Ascúa, activó un protocolo de emergencia y dispuso que se establezcan guardias pasivas y activas para responder ante la contingencia.
Mientras, en la costa del Paraná, la situación es crítica en las localidades de Santa Lucía -la cuenca hortícola más importante del país- y Lavalle.
“No damos abasto. Trabajamos en equipo, pero es mucho el trabajo. Estamos al limite porque hace mucho calor y dormimos dos horas; estamos muy cansados”, sostuvo Federico Romagnoli, jefe de los bomberos voluntarios de Santa Lucía.