Federico G. A. Zamudio.
El Earth Observatory (Observatorio de la Tierra) de la Nasa dedicó la nota principal de su página web a la publicación “Un nuevo comienzo para el Iberá”.
Esta organización, dedicada a realizar publicaciones de la Nasa, la agencia espacial de los Estados Unidos, publicó imágenes satelitales de la zona del parque nacional Iberá, en las que se observa las áreas verdes y las extensiones con ganado. Esta es la fuente principal de imágenes satelitales libres y de otras informaciones científicas sobre la Tierra para ser utilizadas por el público en general. Su principal enfoque es el clima y el ambiente.
En la última actualización de la página: https://earthobservatory.nasa.gov, el observatorio dedicó la tapa con un artículo denominado “A new start for Iberá” (Un nuevo inicio para el Iberá). Según indica la entidad, desde hace décadas las observaciones satelitales de las tierras que rodean los humedales del Iberá a menudo mostraban signos de producción de ganado, carreteras, pastizales densamente pastoreados e incendios de pastos, pero “hoy en día es más probable que muestren exuberantes praderas, humedales y bosques de galería, que viven en su mayoría intactos por la actividad humana”.
La imagen de todo el parque fue tomada por un espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (Modis), por medio del satélite Aqua de la Nasa, y en el artículo prosigue comentando que el terreno al oeste de la Colonia Carlos Pellegrini fue utilizado por un rancho ganadero hace décadas, y después filántropos compraron la tierra, derribaron centenares de millas de vallas y trasladaron el ganado fuera del área, hasta convertir a la propiedad en un albergue para los visitantes del parque.
Asimismo, explica que a medida que los procesos ecológicos naturales se reafirman, los conservacionistas están siguiendo un programa de recuperación, que tiene como objetivo traer de regreso a los animales silvestres que la actividad humana expulsó del área. La lista incluye jaguares, nutrias gigantes de río, ciervos de las pampas, pecaríes de collar, guacamayos rojos y verdes, paujones de cara descubierta y la seriema de patas rojas.
Vale decir, que el parque fue creado en 2018 con terrenos adquiridos por grupos conservacionistas y luego donados al gobierno de Argentina, y se extiende a lo largo de 1.370 kilómetros cuadrados en la provincia de Corrientes. Allí habitan unas 4.000 especies de flora y fauna, que representan casi el 30 por ciento del total reconocido en Argentina.