Federico G. A. Zamudio.
Una localidad que sigue sin rumbo y que permanece atrapada entre los manejos de los funcionarios nuevos y salientes.
Tras las elecciones provinciales de Corrientes, el derrotado intendente de la localidad, Adrián Curi, tuvo que entregar el mando a Graciela Tate González, del partido Nuevo, quién venció ajustadamente a Gladys Argüello, no sin antes pasar por varios conflictos e intentos de chicanas judiciales, además de denuncias de fraudes y corte de luz, y hasta el rumor de que votaron personas fallecidas. Curiosamente, ambos frentes son respaldados por el gobernador de la provincia.
El departamento de Berón de Astrada, ubicado en el norte de la provincia, y con una población formada por unos pocos miles, está inmerso en problemas coyunturales de relevancia social -como la falta de acceso al agua potable y la escasez de viviendas, tanto en cantidad como en calidad-, y luego de la asunción de las nuevas autoridades se visualiza un porvenir teñido de las mismas dificultades, las que son manifestadas desde el primer minuto de la nueva administración.
La nueva jefa comunal, como parte de sus primeras medidas políticas aseguró que realizará una denuncia penal al mandatario anterior, y manifestó: “No hay nada. Ni un peso, ni registros contables. Y el ex intendente está desaparecido. Es muy desagradable lo que encontramos. Nos dejaron sin nada… esto es arrancar de cero. No hay tarifaria, no hay balances, no hay documentación del Municipio, no hay registros contables. La Municipalidad es un desastre absoluto”.
Como contrapartida, el acusado ex titular de la Comuna aseguró: “Saldamos todas las cuentas. No recibí ninguna denuncia real, seguramente la harán, pero estamos tranquilos porque son todas difamaciones”.
En el medio de ambos siguen estando los actores principales, los habitantes de la localidad, quienes necesitan acciones de gobierno urgentes y por ahora solo son testigos de acalorados debates.