Federico G. A. Zamudio.
Los vendedores habían actuado amparados en el argumento de que no formaron parte de la audiencia conciliatoria convocada en agosto.
El problema puntual ocurrió el martes cuando un grupo de personas impidió el avance de las topadoras sobre unas construcciones ubicadas a 50 metros de la Cruz Gil, el principal punto de convocatoria. “Iban a derribar un local que era manejado por uno de los detenidos por los crímenes de Checho Canteros y Milton Canteros (Jhony Astarloa), pero Ramona Villalba frenó a las máquinas de Vialidad”, dijo un representante legal de otros comerciantes, quienes aseguran que los disidentes actúan bajo la protección de la ex interventora del santuario.
La audiencia de conciliación, en la que se acordó el proceso reorganizativo, se realizó el 28 de agosto y fue mediada por el Juzgado Federal de Paso de los Libres. Se sumaron representantes de Vialidad, nacional y provincial, de los ministerios de Justicia y de Seguridad de Corrientes, de la Municipalidad de Mercedes y el interventor de la asociación civil Centro Recreativo Devotos de la Cruz Gil.
En esa línea, ayer finalmente llegó la orden para que se ejecute la limpieza en la banquina, mediante una resolución del juez federal en la que faculta a la Gendarmería a usar la fuerza pública, de ser necesario, para proceder al desalojo el 17 del corriente mes, a partir de las 6 horas. Además, requiere a la Policía que se instale un puesto de vigilancia -en conjunto con la Gendarmería- y que la Dpec desinstale todo soporte o construcción que permita el suministro de energía en la zona de banquina, debiendo proceder al corte total y definitivo del suministro -junto con el de agua- de las instalaciones y ocupaciones irregulares, y controlar que no existan servicios clandestinos en el lugar.
