Federico G. A. Zamudio.
El Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico) tiene 76.000 personas inscriptas, 28.000 en la capital y 48.000 en el interior.

El acceso a una casa digna se vuelve un sueño irrealizable para muchos correntinos. Fuentes sindicales que prestan servicio en el organismo provincial contaron que las cifras son muy bajas en cuanto a la construcción de viviendas.
“Las más bajas en 43 años de historia”, dijo un vocero, y citó el caso ocurrido días atrás en la localidad de Gobernador Virasoro: “Hay 1.400 inscriptos y se sortearon 43 casas”.
Esa disparidad entre oferta y demanda, lejos de achicarse se agranda cada año que pasa, debido a que no se construyen viviendas en cantidades acordes.
La misma fuente realizó varias denuncias: que el organismo provincial puso en un plazo fijo $850 millones pertenecientes al Fonavi (Fondo Nacional para la Vivienda), que dentro del organismo provincial hay precarización laboral y despidos de empleados con 20 años de servicio, también en estado precarizado.
Mujer amarrada a la puerta del Invico, ante la mirada indiferente de los funcionarios
Denunciaron precarización laboral en el Instituto de Viviendas de Corrientes