Una organización criminal integrada por tres hombres fue condenada por tráfico y venta de drogas en la ciudad de Goya.
Se trata de un comerciante, un administrador de empresas y un changarín que habían sido detenidos en 2019 en el marco de un operativo que incluyó once allanamientos, operativo en el que también fueron detenidos sus proveedores a los que se les inició una causa por separado.
Los tres imputados reconocieron la comisión del delito y acordaron la condena.
Ellos habían sido investigados después que los numerarios de la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales “Corrientes” de la Gendarmería Nacional Argentina, descubrieron la existencia de una red de venta de drogas que operaba en Goya, San Roque y Santa Lucía.
Esta información fue remitida el 15 de marzo de 2.018 al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Corrientes, pero las autoridades judiciales establecieron que la continuidad de las averiguaciones las realice la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Es así que se ordenó la intervención de las telefónicas de los sospechosos. Un changarín apodado “La Marta”, de apellido Núñez, fue sindicado como el líder de la organización.
Este habría coordinado las acciones de un comerciante de apellido Pinto y un administrador de empresas, de apellido Quiroz quienes se dedicaban a la venta y distribución de cocaína y marihuana.
Concluida las averiguaciones, el 22 de agosto de 2019 se llevaron a cabo una serie de allanamientos en las ciudades de San Roque, Goya, Santa Lucía y San Roque donde incautaron estupefacientes, teléfonos, armas, drogas y vehículos.
En este marco fueron detenidos los tres sospechosos, además de otros dos cómplices que aún no fueron juzgados.
Los tres imputados reconocieron el delito y acordaron con el fiscal federal Carlos Schaefer la pena de 4 años de detención, lo que fue homologado por el juez de Cámara, Fermín Ceroleni.
En relación a esta causa, otras cinco personas -uno de ellos efectivo de la Policía de Corrientes- habían sido detenidas por proveer de drogas a este grupo criminal.
Ese día se realizaron 25 allanamientos en forma simultánea para detener a los integrantes de una gran red de venta de drogas al menudeo.
Uno de los apresados era un cabo de la Policía de Corrientes que vivía en un barrio de viviendas construidas por el Estado. Usaba su uniforme para esconder las actividades ilícitas de las que participaba y, se sospecha, desde su lugar de trabajo también manejaba información privilegiada que le permitía operar sin inconvenientes a una organización de narcomenudeo que comercializaba cocaína y marihuana en los barrios periféricos de la ciudad de Goya.
Cuando fue detenido hacía tres años que estaba en actividad. Trabajaba en la Comisaría de Lavalle, pero viajaba diariamente a Goya, donde residía.
Antes de ingresar a la Escuela de Policías habría estado en rehabilitación por consumo problemático de sustancias adictivas. Recuperado de esa adicción obtuvo méritos suficientes para desarrollarse como personal de la Policía de Corrientes.
Pero la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) descubrió que tenía vínculos con narcos, allanó su vivienda y lo detuvo.
Mientras, se realizaban otros allanamientos en Goya, en las ciudades de San Roque y Santa Lucía, y se extendió a las provincias de Santa Fe y Chubut.
En total, fueron 14 los detenidos, todos ellos vinculados a las actividades de narcomenudeo y tráfico de drogas, pero la causa judicial, luego, fue separada en varios expedientes debido a la cantidad de personas imputadas.
Otro de los motivos fue que cada grupo investigado operaba en forma autónoma, aunque en conexión con otros.