Una columna de manifestantes, con varios centenares de personas, marchó en la mañana de hoy por el microcentro de la ciudad de Corrientes para pedir el esclarecimiento de la muerte de Lautaro Rosé, el joven de 18 años que murió luego de haber sido perseguido por la policía el pasado 8 de noviembre.
Los manifestantes se concentraron frente al edificio en el que funcionan las fiscalías y juzgados de Instrucción, donde reclamaron a los funcionarios que ordenen la detención de los once policías acusados de haber intervenido en los hechos que derivaron en el fallecimiento del joven y en las torturas a un amigo de éste, de tan sólo 16 años.
También pidieron la renuncia del ministro de seguridad, Juan José López Desimoni, a quien dedicaron cánticos de advertencia. “Che ministro, che ministro, no te lo decimos más. Si matan a otro pibe ¡qué quilombo se va armar!”, decían las estrofas que eran acompañadas con instrumentos de percusión.
Luego, artistas locales brindaron homenaje a Rosé con canciones compuestas especialmente para la ocasión.
Mientras, dentro del edificio, los familiares del joven y algunos testigos de la causa se presentaron a declarar para incorporar más datos a la causa judicial que tramita la magistrada Josefina González Cabaña con la coordinación del fiscal Gustavo Roubineau.
Lo que llamó la atención fue la presencia de policías de civil, pertenecientes a la Dirección de Investigación Criminal (ex Brigada de Investigaciones) entre los manifestantes, mientras que a una cuadra de allí una decena de uniformados de la Infantería aguardaban la orden para avanzar hacia la protesta.
El caso ocurrió el 8 de noviembre cuando un grupo de policías intentó “desalojar” la costanera de la ciudad de Corrientes. Cerca de las 4, Lautaro y un grupo de amigos se hallaba en ese paseo público, cuando, según testigos, fue perseguido por efectivos armados que circulaban en motocicletas y quienes le habrían disparado con balas de goma.
En el intento de escape, ingresó al agua y apareció muerto dos días después en el río.
Un amigo del joven fue alcanzado. Recibió una golpiza y trasladado a una Unidad policial en la que no fue recibido, por lo que le quitaron las esposas en la vereda y lo dejaron ir seriamente lesionado y luego lo amenazaron de muerte si contaba lo ocurrido.
Los familiares de este menor y de Lautaro Rosé hicieron la denuncia en la Fiscalía de Instrucción en turno. No hay policías detenidos.