El abogado que representa a la familia de Lautaro Rosé indicó que “hay más policías involucrados” en los hechos que derivaron en la muerte del joven de 18 años hallado en el río Paraná el pasado 10 de noviembre en Corrientes.
Estos se sumarían a los 12 policías que ya son investigados quienes, a partir de esta semana comenzaron a ser indagados por el fiscal Gustavo Roubineau con la colaboración de la Gendarmería Nacional Argentina.
El letrado Hermindo González dio a conocer que se podría ampliar la cantidad de imputados, en el contexto de una marcha de la que participaron al menos mil personas pidiendo justicia por Lautaro Rosé.
La columna de manifestantes había salido desde la casa donde vivía Lautaro, en el periférico barrio Galván. Desde allí caminaron por la avenida Costanera, hasta llegar a la Casa de Gobierno.
Otros reunieron en le Plaza de la Cruz, en el centro y un tercer grupo en la Plaza Juan de Vera, a pocas cuadras de las fiscalías.
Debido a que el 16 de noviembre es el Día del Empleado Judicial, todas las oficinas de ese Poder estuvieron cerradas, por lo que no hubo concentración ante el despacho de fiscal Gustavo Roubineau y la jueza Josefina González Cabaña, quienes llevan adelante el caso.
La columna de manifestante que portaban carteles contra el “gatillo fácil” y reclamaban la detención de los implicados, se trasladó a la Jefatura de Policía.
“Yo sabía, yo sabía que a Lautaro lo mató la Policía”. Los cánticos daban por seguro que los uniformados implicados tienen vinculación con los hechos denunciados y recordaron que en 2014 Mariano Barrientos, un vecino de Lautaro Rosé, había fallecido, en el mismo lugar, tras haber sido perseguido por policías que lo habrían obligado a tirarse al río.
El caso había sido investigado por la jueza Josefina González Cabaña quien cerró el caso y exculpó de los cargos a los uniformados que habían intervenido en esa razzia. La magistrada de instrucción consideró que el joven de 24 años se había ahogado accidentalmente.
En esta causa hay 11 policías correntinos imputados por la muerte del joven Lautaro Rosé, cuyo cuerpo fue hallado el pasado jueves 11 en el río Paraná en la capital provincial, son también investigados por apremios y vejámenes contra un amigo de fallecido, de 16 años, quien es “testigo protegido” en la causa.
Así lo informó el abogado que representa a la familia Rosé, Hermindo González, al asegurar que la Justicia hizo lugar a su requerimiento y “los once policías son investigados por abandono de persona seguido de muerte” y también por “apremios y vejámenes, a la otra víctima, el niño de 16 años”.
Tras una multitudinaria marcha realizada esta mañana en la ciudad de Corrientes para pedir Justicia por Lautaro, el letrado dijo que, a instancias de la querella, se aprobó la petición para que el joven ingrese al programa testigos protegidos, bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Es que el adoletscente fue quien se hallaba junto a Lautaro cuando se generó la persecución policial en medio de la cual, según testigos, ambos fueron agredidos por un grupo de efectivos y terminaron en las aguas del Paraná, donde el joven de 18 años se ahogó, ya que no sabía nadar y nadie lo auxilió.
González explicó que la jueza correntina Josefina González Cabañas confirmó que “de ser necesario se aplicará el protocolo de Minessota” en los peritajes a realizarse en el marco de la causa, aunque le aclaró que ningún estudio estará en manos de la policía, sino de expertos de Poder Judicial.
Este tipo de protocolos de investigación se llevan a cabo en casos en los que se producen muertes potencialmente ilícitas vinculadas a violencia institucional o ante la sospecha de desaparición forzada.
Durante la movilización realizada hoy desde la casa de su familia Rosé, en el barrio Galván, hasta la Jefatura de la Policía de la provincia y el Ministerio de Justicia, participaron integrantes de organizaciones de Derechos Humanos, familiares, vecinos y amigos del joven con carteles que decían “Ningún Lautaro más” y “Por políticas públicas de prevención sin represión”.
“Pido justicia para que no haya otro Lautaro, otro joven muerto, están para cuidarnos, no para matarnos”, manifestó Juana Sotelo, madre del joven fallecido frente a la jefatura policial.
La mujer aseguró que su hijo “era una buena persona, un buen chico” y que se lo “arrebataron”.
“Que no quede en nada su muerte, que haya justicia”, añadió la mujer en diálogo con, tras lo cual agradeció emocionada el apoyo de la gente que los acompaña y les da fuerza.
Juana destacó la labor social que realizaba el menor de sus hijos: “Trabajaba todos los días en el merendero de la esquina de casa, sirviendo la leche a los chicos o haciendo chipá cuerito”.
“Deja un buen recuerdo en muchas personas. Mi hijo seguirá siendo muy querido siempre. Lo llevamos en nuestro corazón y en nuestra mente”, expresó conmovida.
“Lautaro era la alegría de la familia. Era el más chico, bueno, tranquilo y muy alegre. Muy generoso y solidario”, continuó Sotelo al recordar que su hijo cursaba cuarto año en el Colegio Iberá, donde “también era muy querido” no solo por sus compañeros sino por sus maestros, que le mandaron de regalo “una hermosa foto de él”.
Por su parte, también durante la marcha, el abogado González se refirió a la situación que atraviesa la familia de Lautaro: “Tienen cierto alivio al saber que la investigación recae en todos los policías que participaron, pero también tienen un dolor profundo y un anhelo de justicia”.
“Estamos haciendo de esta manifestación un fuerte planteo de justicia para que se apliquen políticas públicas de prevención y no de represión”, dijo el letrado, al tiempo que y agregó que “el grito hoy es: ya sabemos quiénes son, exigimos justicia”.
Lautaro fue visto con vida la última vez la madrugada del lunes 8 de noviembre cuando estaba con su amigo debajo del puente General Belgrano, en la costanera de la capital correntina, y se produjeron incidentes con la policía.
Según informó días atrás el Ministerio Público correntino, ambos jóvenes fueron perseguidos y terminaron en el río, donde Lautaro se ahogó.