Federico G. A. Zamudio.
Ocurrió ayer durante la madrugada en las instalaciones del colegio Fe y Alegría del barrio Ongay. El joven criminal ingresó por el techo y fue encontrado colgado boca abajo.
Al llegar al lugar los docentes se encontraron con un muchacho (probablemente un menor de edad) colgado del techo, como un murciélago, con las manos hacia abajo y durmiendo. La vicedirectora fue la primera en llegar y descubrió al sujeto en cuestión, que se despertó.
El director de la escuela, Vicente Ayala, comentó: “La colega cerró las puertas y llamó a la Policía. Cuando éstos llegaron se encontraron con el chico sentado en un rincón. Creemos que es un menor”.
Asimismo, agregó: “Apilaron sillas y pupitres para entrar por el techo, pero no pudieron llevarse nada, porque está a una altura considerable. Causaron destrozos y dejaron varios elementos tirados”.
Se sospecha que actuó con cómplices, que no pudo escapar por el hueco del techo y tampoco pudo subir lo que pretendía robar.