Uno de los testigos claves del doble homicidio en el predio del Gauchito Gil en la ciudad de Mercedes, expresó que teme que los allegados a los imputados en la causa y de quienes tienen vinculación con el crimen, pero que aún no fueron identificados, intenten “silenciarlo”.
“Temo por mi integridad física, porque estoy solo, sin custodia, sin que le interese a la Justicia lo que me pueda pasar”, dijo Néstor Caballero, uno de los que intentó salvar a Julio y Sergio Cantero de la horda que los atacó el 6 de agosto pasado.
El hombre relató que los familiares de las víctimas fallecidas por el ataque mafioso abandonaron su vivienda y se radicaron en otro lugar para resguardarse. Pero sostuvo que él no tiene esa posibilidad.
Se sostiene con la venta de velas frente al santuario del Gauchito Gil, sobre la Ruta Nacional 123 en la ciudad de Mercedes.
“La familia de Checho (Sergio) y Minto (Julio) se fueron y yo me quedé acá. Pero me quedé solo. Ahora me enteré que uno de los que estaba detenido salió libre, y yo tengo miedo por lo que me pueda pasar”, remarcó.
Quien recuperó la libertad es un menor de apodo “Bebo”, con antecedentes por hechos violentos e integrante de la familia sindicada como integrantes de “la mafia del Gauchito Gil”.
La preocupación está en que la causa por homicidio tiene unos 10 imputados considerados autores materiales del doble crimen, pero la Unidad Fiscal no avanza sobre los posibles instigadores, entre ellas, una mujer que se hallaba a cargo de la administración del lugar y que, se sospecha, había mandado a tomar la casa de los Cantero para instalar allí más negocios.
Esa fémina nunca fue citada y tampoco demorada. El testigo, además, está preocupado porque el Gobierno había dispuesto que se instale un destacamento móvil en la zona y la Gendarmería había designado personal para mantener el orden en ese lugar que es espacio federal por hallarse al costado de una ruta.
“Se fueron todos: se fue la Gendarmería y se fue la Policía. Los puesteros que están cerca de la ruta (supuestamente allegados de la fémina sospechada de instigadora) no se trasladaron, siguen en el mismo lugar como si no pasó nada”, dijo.
Ante la situación sostuvo que los demás comerciantes se podrían manifestar el próximo 6 de noviembre -a tres meses del crimen- en reclamo del avance de la causa, la profundización de las investigaciones y el resguardo de la integridad física de los testigos.
