El Gobierno Nacional no habilitó los pasos fronterizos entre la provincia de Corrientes y Pararaguay debido a que el Estado correntino aún no envió los protocolos propuestos para evitar la circulación del coronavirus.
El único lugar que fue propuesto por Corrientes para el tránsito entre ambas regiones es el viaducto existente sobre la represa binacional Yacyretá, en Ituzaingó.
Este paso no fue habilitado por la Nación. Respeto a esto, el gerente de Obra de la represa Añá Cuá en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Fabián Ríos, afirmó hoy que el paso terrestre entre Argentina y Paraguay, ubicado en esa hidroeléctrica sobre el río Paraná, permanecerá cerrado debido a la intensidad del tránsito vehicular que demanda esa construcción y negó que se trate de cuestiones políticas.
“Que se mantenga cerrado el paso fronterizo Ituzaingó-Ayolas no responde ni está vinculado a cuestiones políticas, solamente surge desde Yacyretá para organizarse debido al intenso flujo vehicular de transportes pesados”, explicó el funcionario.
Y subrayó: “El tránsito vehicular con el paso cerrado al público en general, por el intenso paso de proveedores, materiales y trabajadores es casi el triple que antes del cierre por razones sanitarias”.
Durante la mañana, el ministro secretario General de la Gobernación de Corrientes, Carlos Vignolo, aseguró que la Nación no habilita el puente sobre la presa de Yacyretá debido a “cuestiones políticas”.
Ríos, en cambio, explicó que existe una intensidad de movimiento en transporte pesado en dicha zona fronteriza, que empezó en junio de 2020 y tiene que ver con la dinámica de la obra en la represa que está siendo construida.
Y ejemplificó: “Se trata del paso de suministro para los contratistas, transporte de trabajadores de obra que tienen rotación por tres turnos; entrada y salida en colectivos de larga distancia; ingresos de sustancias peligrosas, combustibles, precursores químicos, explosivos para las tareas que se realizan hasta el ingreso de convoyes con partes de turbinas”.
La represa hidroeléctrica Añá Cuá contempla un aumento de 10 por ciento de la producción eléctrica de la EBY, en tanto que la zona de obras tiene una extensión de 25 kilómetros de largo por 2 kilómetros de ancho en el río Paraná para incorporar tres turbinas tipo Kaplan, lo que constituye en gran medida la construcción de una nueva central.
El objetivo es alcanzar una producción de 270 megavatios hora en el lado del vertedero de Añá Cuá por lo que utilizará el agua acumulada en el lago de Yacyretá.
“La misma agua se utilizará para la generación de energía en la central principal con lo cual no hay mayor impacto ambiental para la generación de más energía limpia, renovable”, explicó Fabián Ríos.