Federico G. A. Zamudio.
Realiza una labor alejada del proselitismo político, con un trabajo que busca verdaderamente el bienestar de los más abatidos y vulnerables.
La entidad, sin buscar distinciones y a veces casi desde el anonimato, y dentro de una agenda plagada de actividades destinadas al mejoramiento social, está promoviendo la iniciativa laboral y anima a emprender actividades de carácter comunitario o cooperativo para favorecer el acceso al trabajo y la generación de recursos, brinda acompañamiento para impulsar la economía familiar y los pequeños emprendimientos, a través de subsidios y micro créditos, para apoyar el restablecimiento de la infraestructura, la capacitación en oficios y el impulso a las ferias comunitarias, entre otras actividades sociales.
En el interior de Corrientes, y como parte de sus logros, venía desarrollando desde 2017 un taller de carpintería en la Colonia Tatacuá, localidad distante a 135 km de la capital, en la capilla San Isidro Labrador, destinado a jóvenes y adultos. La iniciativa no solo cumplió con el objetivo de enseñar a cortar madera, sino que se amplió hasta conseguir desarrollarse en la ebanistería, sustentando la actividad de la enseñanza con la de reparación y fabricación de muebles a la comunidad, ya sean instituciones estatales o particulares; y, por otro lado, es aquí cuando agregan un taller de costura, con el cual incluyeron almohadones para mullir los muebles construidos.
Es de destacar, que la actualidad de este taller es completamente diferente al de sus inicios, ya que se fueron modernizando con máquinas de mano y mejores herramientas, y aumentando la cantidad de participantes.
De esta manera, la actividad iniciada con apenas 5 personas y utensilios básicas, se ha constituido en una fuente de trabajo para los más necesitados, y una forma de acceder a conocimientos que permitan comenzar una labor remunerativa. El sábado 9 de octubre, el director de Caritas Diocesana, diácono Eduardo Caballero, e integrantes del área de Economía Social y Solidaria, visitaron la capilla para hacer entrega de certificados de finalización de curso y kit de herramientas a los participantes del taller, quienes desarrollarán el oficio de manera particular, además de asumir la tarea de enseñanza, en el espacio comunitario de capacitación, a nuevos integrantes del taller.