Un 28 de septiembre de 1940 se le imponía el nombre de Herlitzka a una comuna sanluiceña, y 19 años después, en la misma fecha, una sociedad de fomento se convertía en un municipio, Tabay, perteneciente al departamento de Concepción del Yaguareté Corá.

La segunda intendencia mencionada está a 140 kilómetros de la capital correntina, y tiene una producción que se basa en la agricultura, la ganadería y dos empresas madereras. Congelada en el tiempo, con sus calles de tierra y su falta de progreso mantiene casi la misma vista tradicional de sus inicios, hace 62 años, y alberga a una población de poco menos de 6.000 personas, cuyo 13 por ciento -aproximadamente- carece de agua potable. A pesar de sus limitaciones, cuenta con dos establecimientos educativos de nivel inicial, cuatro escuelas de nivel primario y un colegio secundario.
Su principal vía de acceso es la ruta nacional 118, que la comunica al nordeste con Colonia Santa Rosa, y al oeste con Colonia Tatacuá y Saladas. Además cuenta con el estero Santa Lucía y la laguna Porá -donde se encuentra actualmente el balneario municipal- como atracción turística, y se encuentra en el corredor turístico centro norte Taragüí, “solar de las huellas”.

Con respecto a Herlitzka, la más antigua de las dos con sus flamantes 81 años, comparte y supera el estancamiento productivo y la pobreza estructural, y pertenece al departamento de San Luis del Palmar. Fue creado en 1940 con una perspectiva de crecimiento respaldada por el tránsito del recordado ferrocarril económico y con proyecciones que se desarrollaban geométricamente.
Se encuentra a 35 kilómetros de la ciudad de Corrientes y, aun con la descripción dada por el profesor Alejandro Gómez en su libro “Herlitzka, el paraje resurgente”, donde manifiesta que tiene “una belleza que no tiene nada que envidiarle a los esteros del Iberá, por sus abundantes espejos de agua, arroyos y cañadas”, la localidad mantiene la imagen congelada -igual que su economía- como su estación de trenes.
De esta manera, a los dos municipios se los puede conocer solo por su pasado, ya que su actualidad las dirige hacia un futuro incierto.
Federico G. A. Zamudio