La localidad de San Carlos, al Norte de la provincia de Corrientes, carece de agua potable. De las canillas no cae una sola gota y la temperatura empieza a subir.
La problemática se debe a que las obras de acueducto son deficientes, y las extensiones que se realizaron para mejorar el servicio, no se realizaron.
Esta problemática lleva muchos años y los vecinos hasta denuncian que “se robaron los caños” de agua.
Cada año, cuando la temperatura en el Nordeste Argentino empieza a escalar por sobre la marca térmica de los 30 grados, los vecinos de San Carlos se manifiestan.
Una de las vecinas, Beatriz García, explicó que “hace años venimos luchando por el servicio de agua. Mas allá de la cantidad de obras que se anunciaron, no tenemos agua potable porque las obras son deficitarias”.
Pese a no tener una gota de agua en las canillas “pagamos la boleta de agua y se abona en la municipalidad”, se quejó la vecina.
La vecina aclaró entonces que “no tenemos problemas de suministro, sino que las obras son mal hechas y no se distribuye el agua como corresponde, porque las obras son de mala calidad”.
Es por ello que “algunas casas tienen agua en ciertos horarios y otras no tienen agua por seis días, entonces juntamos agua de la lluvia”.
Y dio un ejemplo: “el barrio Centenario recibió un tanque nuevo, pero no tiene agua, porque el fluido no llega. Entonces, tenemos que rogarle a la intervención que traslade agua con un camión”.
Respecto de la situación, sostuvo que “la responsabilidad de esto la tiene el poder ejecutivo municipal, porque ellos son los responsables de verificar que las obras realizadas se correspondan con las inversiones”.
En los últimos diez años se habían anunciado obras y tanto el Gobierno Provincial como el Estado Nacional habían destinado fondos para estas obras.
Algunas de ellas se inauguraron, pero nunca se verificó si eran útiles.
Es que la empresa que realiza las obras pertenecería al la familia de la actual intendente, Graciela Larraburu (Eco+Cambiemos). Pero, a la vez, esta jefa comunal es la que administra la empresa que distribuye agua potable, en su rol de interventora.
Es por ello que los vecinos se dirigieron al Concejo Deliberante para solicitar información respecto del estado de las obras. “Pedimos informes, pero nunca se supo que se hizo con el dinero de las obras”, explicó García.
Remarcó, además, que la preocupación está en lo que puede llegar a ocurrir en el futuro, porque la actual gestión municipal perdió las elecciones y “están vaciando la municipalidad, pero queremos saber dónde está el dinero de las obras”.
También hicieron reclamos al Ente Regulador del Agua, a la Legislatura provincial y al gobernador Gustavo Adolfo Valdés.
“La respuesta de Valdés fue de mal trato y sostuvo que buscamos rédito político. Pero la realidad es que no tenemos agua”, sostuvo García.
